El británico Thomas Pidcock, actual campeón olímpico y de Europa de la modalidad, se proclamó en Glasgow, por primera vez, campeón del Mundo de campo a través de bicicleta de montaña al imponerse con 19 segundos de ventaja sobre el neozelandés Samuel Gaze, que había ganado el oro en la prueba corta de los supermundiales; y 34 segundos sobre el suizo Nino Schurter, 10 veces campeón del Mundo y defensor del título y que esta vez tuvo que conformarse con el bronce.
El ciclista de Leeds, de 24 años y campeón mundial de ciclocrós en 2022, se impuso en solitario tras descolgar a sus principales rivales al final de la sexta vuelta.
Ya solo en cabeza, Pidcock resistió la remontada de Sam Gaze, segundo. El suizo Nino Schurter, defensor del título, completó el podio.
Tras una salida marcada por el abandono de Mathieu Van der Poel en la primera vuelta, Pidcock fue distanciando a sus rivales uno a uno.
Formando parte de un grupo de 4 unidades con Jordan Sarrou, Alan Haterly y Nino Schurter, el británico dejó atrás al francés, al sudafricano y después al suizo para encontrarse solo en cabeza al final de la sexta vuelta.
Pidcock aguantó hasta la línea de meta y se adjudicó el título, 2 años después de proclamarse campeón olímpico en Tokio.
Tras él, el neozelandés Sam Gaze remontó y se hizo con la plata. Campeón del Mundo de pista corta el martes, Gaze alcanzó al grupo de cabeza y cruzó la meta diecinueve segundos después de Pidcock.
Ganador del cross-country en los Mundiales de Les Gets en 2022, Schurter pensó que podría seguir el ritmo marcado por el británico de Ineos, pero se quedó rezagado tras encontrarse solo con el futuro campeón.
Atrapado por Gaze en la séptima vuelta, tuvo que dejarle marchar y se conformó con la tercera plaza, justo por delante de Victor Koretzky, cuarto.
El suizo se adjudicó su decimotercera medalla mundialista en cross-country y la primera de bronce.
