El Gobierno de Bolivia deploró este martes que se busque involucrar al país en supuestos intentos de desestabilización en Perú y aseguró que se maneja bajo el principio de “no injerencia en asuntos internos” de otras naciones.
El canciller boliviano, Rogelio Mayta, dijo a los medios que desde el Ejecutivo nacional han sido “muy cautos” ante la situación de crisis que ha vivido Perú y que se manejaron bajo el principio de “no injerencia en asuntos internos”.
“Más allá de la situación compleja que pueda tener un país, cada pueblo tiene que definir su destino sin que reciba injerencia externa y no hemos hecho pronunciamientos en ese sentido”, señaló.
No obstante, consideró importante hacer algunas aclaraciones ante el “despliegue mediático de algunos operadores políticos, de algunas personalidades políticas” en Perú “que tratan de involucrar a Bolivia con diversos cuestionantes”.
“Que si hay un proceso de desestabilización que se esté alentado desde Bolivia, no hay nada de eso, no existe nada de eso”, sostuvo Mayta.
El ministro deploró esos “argumentos que se manejan dentro de la política en Perú o dentro de los escenarios mediáticos” en ese país “porque no tienen una base objetiva” y consideró que probablemente se lanzan para “generar desinformación”.
Mencionó una reciente noticia sobre el decomiso de armas en la región peruana de Puno y que supuestamente provenían de Bolivia, aunque finalmente se demostró que eso no era verdad.
Mayta insistió en que “se especula mucho” y ratificó que la Cancillería boliviana prefiere llevar las relaciones internacionales “por canales diplomáticos y no generar especulaciones mediáticas”.
A principios de año, el Gobierno de Dina Boluarte protestó por unas declaraciones del presidente de Bolivia, Luis Arce, que consideró “actos de injerencia”, si bien tras ese incidente, no hubo nuevos dichos ni reclamos, fuera del reciente rechazo a la designación de la exdiputada oficialista Lidia Patty como cónsul boliviana en Puno.
Con información e imagen de EFE