Trabajadores de gremios de salud y comerciantes lideraron este viernes un “cacerolazo” en La Paz para protestar contra el Gobierno de Luis Arce, al que responsabilizan por la persistente falta de dólares y el encarecimiento de algunos productos de primera necesidad en Bolivia.
Decenas de personas se sumaron a la protesta convocada por sectores como el Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (Sirmes), el Comité Departamental de Salud La Paz y algunos comerciantes, también llamados gremialistas, artesanos, microempresarios y jubilados, entre otros.
Con ollas y cacerolas vacías, además de banderas bolivianas, los manifestantes iniciaron la protesta en el atrio de la estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), para dirigirse hacia la avenida 16 de Julio, la ruta principal del centro histórico paceño.
“Este cacerolazo, esta protesta es para decirle al presidente basta, basta, trabaje presidente, o si no, váyase a su casa”, dijo a EFE el representante de Sirmes, Fernando Romero.
El médico lamentó que la salud en Bolivia está en la “miseria”, pues “no hay medicamentos ni insumos en los hospitales”, los microempresarios tampoco tienen materias primas para trabajar y en los hogares “no hay alimentos producto de una política totalmente irresponsable del presidente” y sus ministros.
Romero señaló que “el pueblo no necesita más referendos”, aludiendo a la propuesta que hizo Arce en el aniversario patrio el pasado 6 de agosto, para llevar a consulta popular asuntos como la subvención de los combustibles, la reelección presidencial y la redistribución de escaños en el Parlamento.
“Lo que el pueblo necesita hoy son leyes que le faciliten acceder a dólares, acceder a poder trabajar humilde y honradamente y a tener buena salud y educación”, agregó.
Los manifestantes mostraron pancartas contra el encarecimiento de alimentos como el arroz, harina o fideos, o por el precio del dólar en el mercado paralelo, que en los últimos días llegó a costar hasta 15 bolivianos, más del doble de la cotización oficial de 6.96 bolivianos.
En la protesta se escucharon estribillos como “cacerolazo por el hambre del pueblo”, o “esto no es Cuba, tampoco Venezuela, esto es Bolivia y Bolivia se respeta”, además de críticas al gasto público.
A su paso frente a las sedes de los ministerios del área económica, que estaban con fuerte custodia policial, los trabajadores gritaron “ahí están, ellos son los que joden la nación”.
Una barricada policial situada en la calle donde se encuentran la Vicepresidencia y el Banco Central de Bolivia (BCB) impidió que la movilización avance hacia la plaza Murillo, sede del Ejecutivo y el Legislativo.
Ante esto, los manifestantes permanecieron por unos minutos coreando algunas consignas contra el Gobierno y luego continuaron la marcha por otra calle.
El problema de la falta de dólares en la economía boliviana persiste desde 2023 y ha motivado a otras protestas protagonizadas en los últimos meses por sectores como el transporte pesado y los gremios de comerciantes informales.
Los transportistas también se movilizaron varias veces por la escasez de diésel, por la que se han vuelto recurrentes las filas de vehículos de alto tonelaje, como camiones y autobuses, en las estaciones de servicio.
El presidente Arce ha defendido varias veces el éxito y vigencia de su modelo económico ante las críticas de analistas y opositores que consideran que ya caducó y que el país se encuentra en una crisis, con señales como la falta de dólares o el descenso de la producción e ingresos por hidrocarburos.