El grupo terrorista chií libanés Hizbulá respondió con andanadas de cohetes y aviones no tripulados a una serie de ataques israelíes contra el Líbano, el último de los cuales hirió a 3 paramédicos cuando se dirigían a socorrer a la víctima de un bombardeo previo.
Por un lado, el movimiento chií reivindicó el lanzamiento de proyectiles contra 2 cuarteles militares en los Altos del Golán ocupados por Israel, así como un ataque con “escuadrones de drones” contra otras instalaciones del Ejército israelí en Katsafia.
Según los comunicados emitidos por Hizbulá, ambas acciones fueron respuestas a 3 bombardeos lanzados la noche del lunes (19) por el Estado judío contra el Valle de la Bekaa, en el este del Líbano, donde presuntamente fueron alcanzados almacenes de armas del grupo y donde 11 personas resultaron heridas.
La formación libanesa también disparó este martes (20) otras 2 descargas de cohetes tipo “Katyusha” contra los cuarteles militares de Shomera y Mattat, en el norte del Estado judío, así como contra sendos grupos de soldados que se encontraban en sus inmediaciones.
En esos casos, se trató de una respuesta a un doble bombardeo que esta tarde mató a 2 personas todavía por identificar en la localidad meridional libanesa de Dhayra.
Más salvas del mismo tipo salieron desde el Líbano también hacia el cuartel general de la División 146 en Gaaton, como venganza al asesinato la víspera de un combatiente de Hizbulá que el Estado judío asegura pertenecía a su Unidad de Cohetes y Misiles.
Finalmente, el grupo libanés anunció el lanzamiento de proyectiles contra el cuartel israelí de Yara, después de que un doble ataque del país vecino hiriera a última hora de este martes (hora local) a 4 personas a las afueras de Naqoura, en el sur del Líbano.
Según un comunicado del Ministerio de Salud Pública libanés, un primer impacto causó heridas a una persona, mientras que un segundo tuvo como objetivo a un equipo de sanitarios que se dirigía a socorrer a la víctima inicial, lo que hirió a 3 paramédicos y causó importantes daños a su ambulancia.
Los 3 trabajaban para la Defensa Civil de la Autoridad Sanitaria Islámica, una organización supuestamente vinculada a Hizbulá.
El fuego cruzado entre las partes se volvió a intensificar a raíz de los ataques contra el Valle de la Bekaa, si bien la tensión ya permanecía especialmente elevada desde finales de julio, cuando Israel mató al máximo comandante del movimiento libanés, Fuad Shukr, a las afueras de Beirut.