Los incendios forestales en Canadá afectan a la calidad del aire en Europa, según el observatorio europeo para el Clima, Copernicus, con sede en Bonn (oeste de Alemania).
“Los incendios forestales afectan a la calidad del aire tanto en el lugar donde se producen como muy lejos de allí”, dice Copernicus en su página web.
“Desde el 10 de agosto el humo de los incendios en Canadá atraviesan el Atlántico norte y el 17 de agosto alcanzaron Europa occidental”, agrega.
Los análisis muestran entre el 10 y el 19 de agosto un cambio significante en el aire en Irlanda y el Reino Unido, y las partículas de humo avanzan hacia el continente, desde Francia hasta Escandinavia.
“Cielos blanquecinos” en España
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de España informó este martes que había altas concentraciones de partículas que atraviesan el Atlántico norte que afectan a la calidad del aire, cuyo origen está en el humo procedente de los incendios en Canadá, según posteó en su cuenta en la red social X.
El centro territorial del archipiélago español de Baleares de la Aemet alertó ayer de que el color blanquecino del cielo sobre las islas se debía al humo procedente de incendios en Canadá.
“Durante todo el día de hoy los cielos se han visto blanquecinos, pero no eran nubes altas ni polvo en suspensión procedente del Sáhara”, advirtió la española Aemet sobre esa apariencia no despejada. “Es humo procedente de incendios en Canadá”, explicó en la red social X.
La información del centro de Baleares de la Aemet fue acompañada de un gráfico de observación procedente del Servicio de Monitorización Atmosférica Copernicus, de la Unión Europea, e indicaba que el origen del aerosol sobre las islas es noratlántico y de la quema de biomasa.
Aunque esta temporada de incendios forestales fue más moderada que la del año pasado, cuando las llamas consumieron la cifra récord de 17 millones de hectáreas de terreno, Canadá llegó a afrontar este agosto hasta 900 incendios forestales activos simultáneamente, en su mayor parte en el oeste del país.
En los incendios en las provincias de Columbia Británica, Alberta y el territorio de Yukon actuaron, además de los bomberos canadienses, personal llegado de Estados Unidos, México, Costa Rica, Australia y Nueva Zelanda, entre otros países.