El Cádiz se impuso por 1-0 al Alavés en un estreno feliz sustentado en la solvencia defensiva para conservar el tanto logrado al cabecear en el primer palo Fede San Emeterio un libre directo botado por Javi Hernández.
En la primera parte el juego careció de ritmo, circunstancia influida por lo temprano que se sitúa la nueva temporada y también por el calor reinante.
El Cádiz tomó el control hasta el filo de la primera media hora alentado por su gol y esperanzado en la idea de lograr un segundo tanto.
Lo pudo lograr el venezolano Darwin Machís, que puso a prueba al portero visitante Antonio Sivera en un disparo exterior que se colaba.
En la fase posterior del encuentro, el Alavés dio un par de pasos hacia adelante, aunque su futbol tímido y descompensado no alteró la tranquilidad de la defensa gaditana.
Solo un avance del lateral Rubén Duarte al área contraria pudo equilibrar otra vez el marcador, pero el guardameta argentino Jeremías Ledesma envió su chut a saque de córner.
Tras la reanudación, el Alavés tomó el balón y metió al Cádiz en su propio campo, defendiendo bien los gaditanos y cerrando espacios para impedir las internadas de los visitantes.
Luis García Plaza, entrenador del Alavés, retiró a uno de los 5 defensas que había mantenido desde el principio para incluir un jugador más de ataque, refrescando asimismo otras posiciones con la intención de crear ocasiones en busca del empate.
Por su parte, Sergio González mantuvo la misma disposición táctica, incorporando a algunos reservas en cambios de hombre por hombre que dotaran de mayor oxígeno a su 11.
Incluso, en los últimos minutos el Cádiz incorporó a un defensa más, el asturiano Jorge Meré, para pasar a jugar con 3 centrales.
La solvencia defensiva de los locales se puso a prueba en los últimos minutos, cuando tuvo que jugar el Cádiz con 10 futbolistas por la expulsión del argentino Gonzalo Escalante.
El marcador no se movió más y con el resultado favorable por la mínima para los gaditanos se llegó al final del partido.
