En el contexto del Seminario Internacional de Estudios Sobre Periodismo, celebrado en la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, se lanzó un llamado a la protección del periodismo frente a las crecientes amenazas globales. Coordinado por el doctor Arnoldo Delgadillo Grajeda, profesor e investigador de la institución, el seminario ha reunido a universidades mexicanas y 2 instituciones extranjeras para discutir los desafíos y oportunidades del periodismo en el siglo XXI.
El doctor Delgadillo subrayó la importancia del evento, al marcar el inicio del segundo año de actividades del seminario, destacando que se han realizado hasta la fecha 12 eventos, incluyendo 7 webinars, 3 conferencias magistrales, un conversatorio y un encuentro de estudiantes dedicados al periodismo de investigación. Con la participación de 21 ponentes de 5 países, dijo, “el seminario se ha consolidado como un espacio decisivo para el debate sobre el estado del periodismo y su futuro”.
Como parte de este seminario, la periodista hondureña Jennifer Ávila ofreció una visión contundente sobre los retos actuales del periodismo en LATAM en su charla “Desafíos para ejercer el periodismo en América Latina”. Ávila, reconocida por su trabajo en derechos humanos y su investigación sobre corrupción, impunidad y violencia de género, es miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y directora editorial del medio hondureño Contracorriente.
Ávila alertó sobre el grave deterioro de la libertad de prensa en la región, destacando la represión y violencia sistemática que enfrentan los y las periodistas.
También abordó la crítica situación en países como Irán, Afganistán, Siria, Rusia y China, y destacó cómo los gobiernos autoritarios han intensificado las restricciones a la libertad de prensa. México, aunque no es el peor caso, dijo, enfrenta una situación alarmante. “En Centroamérica, la situación ha empeorado con numerosos periodistas exiliados, encarcelados o amenazados, especialmente en Guatemala, Nicaragua y El Salvador”.
Hizo un llamado a la reflexión sobre cómo los periodistas pueden contribuir en tiempos de autoritarismo y represión. Subrayó la necesidad de adoptar narrativas innovadoras y cercanas a las preocupaciones ciudadanas, y de responder efectivamente a las demandas de información y justicia. Enfatizó que el periodismo “debe seguir siendo un servicio esencial para la población, respondiendo a sus necesidades y preocupaciones, incluso en un entorno hostil”.
En un contexto donde el consumo de noticias enfrenta una crisis de desinterés y saturación, Ávila abogó por una comunicación más efectiva y cercana a las realidades de la audiencia. Propuso fortalecer el periodismo colaborativo y desarrollar estrategias de sostenibilidad que permitan a los medios independientes sobrevivir y mantener un rol decisivo en la sociedad.
“Tenemos que saber comunicar lo que estamos investigando y desenmarañar cómo eso responde a una preocupación de las personas, incluso si es de una persona o de un colectivo, y cómo, con el periodismo, estamos respondiendo a las denuncias que no son escuchadas de las madres de desaparecidos, de narrativas para tener conversación con la ciudadanía y que sientan que estamos respondiendo”, resaltó.
Otra de las herramientas para el periodismo actual, dijo, debe ser el contar desde lo local, fenómenos regionales y globales. “Que no sea una competencia de quién está peor y reconocer que actualmente no hay temas tan ultralocales, sino que todo está conectado”.
Esta conexión, afirmó, “se ve en las redes de corrupción, que saben trabajar de manera transnacional y entienden los territorios y el control sobre ellos. Los autoritarios están copiando las reacciones ante el periodismo de investigación, como son los discursos”.
A manera de ejemplo señaló que, en las redes sociales, ven que los troles que atacan en Costa Rica utilizan regionalismos de México o de Honduras, “porque ellos están conectados en sus discursos, utilizan los mismos programas de espionaje, viendo qué hace uno y otro: cómo están, qué están haciendo los grupos de crimen, pero también cómo están haciendo periodismo los compañeros en otros países”.
Ante esta situación, destacó que los medios independientes o los que están en riesgo, ya se dieron cuenta de que no pueden hacer periodismo solos, de que no existe más el periodismo de “lobo solitario”, sino que están obligados a hacer periodismo con otros medios para protegerse.
Sumado a ello, mencionó que el negocio de los medios también está en crisis, particularmente los medios pequeños, que no son tan vendibles en redes sociales. “Eso debe llevar a desarrollar planes de sostenibilidad que sean realistas según los contextos, no creo que estemos siendo sostenibles todavía, es importante hacer buen periodismo, pero también debemos tener buenos planes de sostenibilidad y sobrevivir”.
El seminario también destacó la importancia de proteger la salud mental y física de los periodistas, quienes enfrentan presiones extremas y un entorno de constante cambio y peligro. Ávila subrayó que el periodismo debe ser visto como una profesión esencial y no como una en declive frente al auge de las redes sociales y los influencers. “Es fundamental renovar el compromiso con el periodismo y desarrollar estrategias innovadoras para garantizar su relevancia y efectividad”.
La periodista destacó que “con tanta dificultad, pocos se animan y nadie quiere ser periodista; todo mundo quiere ser influencer y vender maquillaje en Tiktok porque es divertido, pero tenemos que proteger el oficio e incentivar de que sí es posible hacerlo. Es importante contar con espacios donde este mensaje no sólo llegue a la gente que está estudiando, sino también a la gente que consume los medios, para darle vuelta a las narrativas que están predominando”.