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Una ciencia sin humanidades, es propia de una universidad sin alma: García Montero

Al darle la bienvenida, el Rector resaltó de García Montero su compromiso humano. (Foto de la Dirección General de Prensa de la UdeC)

En una ceremonia solemne, Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, Rector de la Universidad de Colima, entregó el grado de Doctor Honoris Causa al poeta y escritor español Luis García Montero “por la calidad de su obra literaria, que de manera excepcional ayuda a comprender la condición humana en el devenir de la historia”.

En la ceremonia, realizada en el Archivo Histórico de la UdeC, estuvieron presentes, además, Adolfo Núñez González, secretario de Educación y Cultura del Gobierno del estado, exrectores, funcionarios y alumnos y alumnas de la Facultad de Letras y Comunicación. El evento fue transmitido por los medios oficiales de la Universidad de Colima.

Al darle la bienvenida, el Rector resaltó de García Montero su compromiso humano. “Es un escritor prolífico, riguroso académico y amigo de México de largo tiempo, que hoy refuerza el vínculo con la Máxima Casa de Estudios de los colimenses, que le reconoce su alta responsabilidad en la formación de jóvenes, a quienes enseña con el ejemplo, el compromiso y la relevancia del pensamiento crítico”.

Reconoció, además, su activismo permanente y su maestría en el arte del bien decir y del bien escribir. “Autor de grandes obras de poesía contemporánea y de una profunda reflexión, reconocemos también sus ensayos honestos, sus escritos que convierten la palabra en mensajes de libertad, justicia social y la defensa de los derechos humanos, coincidiendo con las causas de la acción educativa”.

“Fomentar la esperanza social, en especial en la formación de las y los jóvenes, es una aspiración compartida con las cualidades de su poesía, con su magisterio en el dominio de la lengua y con su compromiso con el diálogo para construir ciudadanías”, agregó.

Para terminar su intervención, aseguró que el homenajeado “abre una puerta más al conocimiento para la comunidad académica y pone en el radar del estudiantado una voz fuerte que nutrirá su pensamiento, forjará sus personalidades y alentará sus esperanzas frente a las dificultades de la vida”.

Una vez reconocido con el grado de Doctor Honoris Causa, Luis García Montero, visiblemente emocionado, agradeció la distinción y dijo que recibir estos reconocimientos lo llevan a la reflexión. “Comprenderán que cuando recibo un premio de estos, aparte de estar muy agradecido, pienso que soy lo que soy en un espejo roto y que mi conciencia y mi compromiso con la cultura y con la pedagogía es fundamental”. 

Compartió con las y los asistentes que su ingreso a la poesía fue a través de la obra de Federico García Lorca. “Quedé prendado al leerlo, despertó mi vocación, primero como lector, luego como joven poeta y después como profesor universitario. En este sentido, como escritor y como profesor universitario entenderán el doble valor que le doy a este reconocimiento”.

García Montero hizo un par de reflexiones, resaltando la importancia de la ciencia, pero también de las humanidades. “La ciencia es muy importante, lo mismo que ahora la tecnología, pero también es importante respetar las humanidades, porque si la ciencia y la tecnología se quedan sin raíces, la sociedad se somete a un huracán de monedas peligrosas, las humanidades y la poesía son las raíces que nos recuerdan que la ciencia y la técnica deben trabajar al servicio de la dignidad humana y no al servicio de un enjambre de monedas furiosas”.

“Por eso, en mi condición de poeta, quiero dar las gracias a la Universidad de Colima y aprovecho para poner en la mesa un tema que están planteando profesores en la Universidad de Harvard, quienes aseguran que se nos viene encima una universidad sin alma, pues se están potenciando las universidades como gestor de títulos interesantes para el mercado, así como los estudios tecnológicos, pero se están olvidando las humanidades, y una ciencia sin raíces es propia de una universidad sin alma”.

“Es por ello que, para mí, la poesía representa las humanidades, el compromiso humano que pone a nuestro servicio el conocimiento, ya sea científico, tecnológico o humanista. Para mí, la poesía es ese ejercicio de entender la luz para mirarse en un espejo roto y ver aquellas cosas que están bien, pero también aquellas cosas que exigen día a día nuestro compromiso. En ese sentido, los profesores nos dedicamos a formar a gente que sea dueña de su propio conocimiento, de su propia conciencia, y que sepa ejercer su vida, su camino, con responsabilidad”.

Por último, el homenajeado resaltó que “los escritores, los profesores y los periodistas somos los testigos de un mundo que quiere analizar la verdad para dejarla como herencia a nuestros alumnos y a nuestros lectores, por eso sigo comprometido en mi vocación como profesor de universidad (por más de 40 años) y como poeta”.

Joel Nino, secretario general de la UdeC, dio lectura al acuerdo número 18, “por el que se otorga el grado de Doctor Honoris Causa al Doctor Luis García Montero, por la calidad de su obra literaria que, de manera excepcional, ayuda a comprender la condición humana en el devenir de la historia, al mismo tiempo que ennoblece la lengua española al profundizar sus cualidades expresivas”.

Carlos Ramírez Vuelvas, coordinador general de Extensión, fue el encargado de dar lectura a la semblanza del homenajeado, destacando su trayectoria personal, profesional y de cátedra. “Luis García Montero, nacido en Granada, España, en 1958, es escritor, poeta, crítico y catedrático. A finales de la década de los 70, cuando agonizaba la dictadura franquista en España, comenzó sus estudios superiores en la Universidad de Granada, donde se ha desempeñado como catedrático de Literatura Española”.

“En su juventud, según se ha descrito él mismo, comenzó a publicar sus primeros libros con la exaltada convicción de fundar otra sentimentalidad, una educación sentimental que expresara las emociones de la cultura española posterior a la caída del franquismo, por lo que gestó con otros poetas el grupo La Otra Sentimentalidad, fundamento emocional y estético de la poesía de la experiencia, el segundo gran movimiento poético que fraguó hacia finales de los ochenta”, dijo para terminar Ramírez Vuelvas.

Adolfo Núñez, en nombre de Indira Vizcaíno, gobernadora de Colima, felicitó al homenajeado por este reconocimiento “a su gran aportación a la literatura; atestiguamos un acto de gran dimensión académica y de justicia a quien se ha destacado tanto en la creación literaria”.

Este reconocimiento, terminó, “nos orgullece y honra porque lo otorga el pueblo colimense, a través de nuestra querida Universidad de Colima, en reconocimiento a la monumental obra que ha reunido con su pluma e inspiración”.

El momento artístico estuvo a cargo de Alejandro Vera y Adriana León, directores de Univerdanza, quienes interpretaron Nube negra, escrita por Luis García Montero y que motivó al cantautor Joaquín Sabina a tomar la guitarra y volver a los estudios de grabación después de un complejo episodio de salud.

El Rector, luego de escucharlo, le dijo al poeta y escritor español que, al menos en su administración, la Universidad de Colima seguirá siendo una institución con alma.

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