El presidente, Andrés Manuel López Obrador, indicó que su Gobierno envió una nota de protesta a Estados Unidos tras las críticas de su embajador en el país, Ken Salazar, sobre la reforma judicial de México para elegir por voto popular a los jueces y a la Suprema Corte.
“Últimamente ha habido actos de falta de respeto a nuestra soberanía, como esta declaración desafortunada e imprudente del embajador Ken Salazar de ayer, pero ya se hizo una nota diplomática y un extrañamiento”, expresó el mandatario en su conferencia matutina.
El mandatario federal consideró “injerencistas” las alertas sobre la reforma que hizo Salazar, quien advirtió el jueves de que la elección popular del Poder Judicial pondría en riesgo la democracia en México y la relación comercial con Estados Unidos, y facilitaría la intromisión de crimen organizado en la justicia.
En la nota, que leyó López Obrador, el Gobierno de México consideró que esto “representa una acción inaceptable de injerencia, contraviene la soberanía de los Estados Unidos Mexicanos y no refleja el grado de respeto mutuo que caracteriza las relaciones” bilaterales.
En el texto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) defiende que “el objetivo de la reforma constitucional es fortalecer el Estado de derecho” y que “el Gobierno de México está comprometido con un Poder Judicial que goce de verdadera independencia, autonomía y legitimidad”.
El intercambio de declaraciones entre Estados Unidos y México refleja la creciente polémica por la reforma que el Congreso prevé discutir a partir de la próxima semana y aprobar en septiembre, cuando el oficialismo controle las dos terceras partes de los escaños para modificar la Constitución sin obstáculos.
Los mexicanos elegirían en las urnas a la Suprema Corte y al 50% de los jueces en 2025, si prospera la iniciativa presentada el 5 de febrero por López Obrador.
El diplomático estadounidense opinó que “las elecciones directas también podrían hacer más fácil que los cárteles y otros actores malignos se aprovechen de jueces inexpertos con motivaciones políticas”.
Pero López Obrador argumentó que el Poder Judicial ahora “está secuestrado, está tomado por una minoría rapaz”.
“Aquí estamos hablando de la protección del Poder Judicial a los delincuentes de cuello blanco, nacionales y extranjeros, pero también el Poder Judicial por las bandas o los jefes de las organizaciones criminales. Domina la delincuencia organizada y la de cuello blanco al Poder Judicial”, insistió.
La reforma ha despertado preocupación de inversionistas ante la futura revisión en 2026 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El mandatario ha respondido que el país ya no acepta injerencias de Washington, como en la época en la que “imponía la agenda económica”.
“No aceptamos injerencismos, no aceptamos que ningún representante de gobiernos extranjeros intervengan en asuntos que solo nos corresponden resolver y dirimir a los mexicanos”, remarcó.