A pesar de que en sus mensajes el presidente Andrés Manuel López Obrador afirme que la estrategia para combatir la inseguridad en México fue la correcta, las cifras oficiales de homicidios dicen otra cosa, señaló el diputado Crispín Guerra.
“Nunca como en este sexenio se habían cometido tantos homicidios dolosos, con casi 200 mil hasta el momento, y el sexenio no ha terminado”, aseguró el legislador local del PAN.
Destacó que esa cantidad es superior a la que tuvieron los Gobiernos de Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto, “lo que es una muestra clara de que, en materia de seguridad, el Gobierno federal no cumplió su compromiso de abatir la inseguridad”.
“Su política de ‘abrazos y no balazos’ fue un fracaso y la gente en el país se siente más insegura, pues la percepción fue en el sentido de que nunca se combatió realmente la delincuencia en México”, añadió el panista.
Recordó que la administración de López Obrador debilitó a las policías en los estados y municipios con la desaparición del fideicomiso con el que se apoyaba a los cuerpos de seguridad; “ahora no cuentan con los apoyos para reforzar su parque vehicular y su armamento”.
El coordinador de los diputados panistas dijo que otra de las asignaturas pendientes del Gobierno de López Obrador es en materia de salud, donde primero desapareció el Seguro Médico Popular, luego creó el Insabi y ahora va por el desmantelamiento del IMSS, con la creación del IMSS-Bienestar.
“Las cifras de mexicanos sin acceso a la seguridad social crecieron de manera alarmante, pero lo peor de todo es que nunca se ha reconocido ese fracaso y solamente él se la cree que el sistema de salud en México está a punto de ser similar al de Dinamarca”.
Finalmente, Guerra Cárdenas dijo que en términos generales, el presidente de la República le quedará mucho a deber a los mexicanos; “si bien su grado de popularidad es muy alto, eso se puede atribuir a los programas asistenciales y al reparto de dinero, que en poco o nada les resuelve sus necesidades, porque muchas de esas personas que están recibiendo esas becas del Bienestar, ahora tienen que comprar sus medicinas, porque en las unidades médicas y en los hospitales del sector salud, no cuentan ni con lo mínimo indispensable”.