Ofrecer la opción de escuchar un pleno, una obra de teatro o un sermón en inglés doblado al alemán, japonés o español sin la necesidad de contratar a un intérprete cada vez es más común gracias a la inteligencia artificial (IA).
Aunque la calidad de la traducción y la velocidad no es la misma que la de un experto, para muchas empresas es suficiente para ofrecer a su público.
El primer teatro de la Gran Manzana en ofrecer IA
Ejemplo de ello es la función off-Broadway Perfect Crime, que lleva casi 20 años interpretándose a unos metros de la icónica plaza neoyorquina de Times Square y que esta semana optó por modernizar su oferta al convertirse en el primer teatro de la Gran Manzana en ofrecer al público la opción de usar un traductor de IA para ver la obra.
Como en todos los espectáculos, antes de que empiece la obra, una voz pide que el público apague sus teléfonos.
No obstante, los asistentes que al comprar la entrada han indicado que quieren usar la aplicación Wordly, ya sea para leer los subtítulos de la obra o escuchar la transcripción en su idioma natal, pueden usar su teléfono durante la función de 2 horas.
“Odio decirlo, pero en el teatro la gente usa sus teléfonos de todas formas. Estoy en el escenario y puedo ver la luz”, anota a EFE la gerente general de la obra y actriz Catherine Russell.
Para que la luz de los teléfonos no moleste a los otros asistentes la compañía teatral ha optado por sentar en la quinta fila a los que necesiten la app, ya sea porque tienen dificultades para oír o porque su nivel de inglés no es lo suficientemente fluido como para seguir la obra.
La IA para atraer a más público
“En el teatro y en el mundo del entretenimiento en general consideramos a la IA como el enemigo, la vemos como algo malo. Pero este es un uso realmente bueno de la IA para aumentar las audiencias”, anota Russell.
Desde que se popularizó el uso de la IA generativa tras el lanzamiento de ChatGPT, han sido varios los escritores y artistas que han denunciado a empresas por usar sus obras sin su permiso para entrenar a su IA.
Con respecto a la razón por la que la función se decantó por usar una IA que traduce en directo y no por usar una grabación, Russell indica que es porque cada día la obra tiene un ritmo distinto.
“Llevo haciendo esta obra 37 años. En diciembre llegaré a las 15 mil representaciones. Cada función es diferente. El ritmo es diferente, las pausas son diferentes. No es como en un musical, en el que se canta y baila, al ritmo de la orquesta”, anota la actriz que encarna a Margaret.
La traducción es simultánea, pero no inmediata, pues no se da palabra por palabra, sino que la IA espera a que se haya terminado la frase para empezar a traducir.
Tampoco es perfecta, puede cometer pequeños errores como traducir la palabra “tipo” por “escribir a máquina”, en inglés “type”, en ambos casos.