La inflación interanual en el conjunto de la OCDE bajó 2 décimas en julio al 5.4%, en buena medida por la fuerte caída en Turquía, que en cualquier caso siguió siendo con mucha diferencia el país miembro más inflacionista, con un incremento de precios del 61.8% en 12 meses.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) explicó este miércoles en un comunicado que sin el descenso de 9.8 puntos porcentuales en Turquía en un solo mes, la inflación habría permanecido estable en julio.
De hecho, hubo incrementos en 17 de los 38 países de la organización, mientras que se constataron descensos en otros 11, entre los que estuvo España, donde quedó en el 2.8%, 6 décimas menos que en junio.
Esa rebaja de la inflación en España fue la cuarta más pronunciada de todos los países miembros, después de las de Turquía, Dinamarca (7 décimas al 1.1%), Letonia (7 décimas al 0.7%) y Nueva Zelanda (7 décimas al 3.3%).
Con el 2.8%, la inflación en España se quedó en julio por debajo de la del conjunto de la zona euro, que subió dos décimas al 2.8%, y también por debajo de la de Estados Unidos, que disminuyó una décima al 2.9%.
Colombia repitió un mes más como el segundo país de la OCDE con mayor inflación, sólo por detrás de Turquía, pese a que bajó 3 décimas al 6.9%.
En México, el ascenso interanual de precios se aceleró 6 décimas en julio al 5.6% y también se aceleró en Chile en 4 décimas al 4.6%. En ambos casos, el responsable fue la energía.
Por lo que respecta al cuarto país latinoamericano de la OCDE, Costa Rica, su inflación se mantuvo sin cambios en el 0%. Es el único con una inflación nula y no hay ninguno con negativa.
En el conjunto de la OCDE, la energía tuvo en julio un impacto inflacionista, ya que el alza en 12 meses fue del 3.3%, frente al 2.3% en junio. Eso significa que el incremento interanual de los precios energéticos tuvo el nivel más elevado desde febrero de 2023.
Los alimentos, por su parte, se encarecieron un 4.3% entre julio de 2023 y el mismo mes de este año, 4 décimas menos.
En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles que son la energía y los alimentos, se quedó en el 5.5% en julio, 4 décimas menos.