Un grupo de congresistas demócratas de San Diego pidió al presidente Joe Biden y al gobernador de California, Gavin Newsom, que emitan una declaración de emergencia a causa de los altos niveles de contaminación que produce el cruce de aguas negras desde México.
La petición fue hecha por Juan Vargas, Sara Jacobs, Scott Peterson y Mike Levin, 4 de los 5 legisladores representantes en el Congreso de Washington del distrito electoral del condado de San Diego, sur de California. No se sumó a la solicitud Darrell Issa, el único legislador federal republicano del condado.
“Resultados preliminares de investigaciones muestran altos niveles de gases tóxicos en el sur de San Diego debido a la contaminación del valle del río Tijuana. Necesitamos un estado de emergencia federal”, dijo Vargas.
Tijuana, con más de 1.8 millones de residentes, es la segunda ciudad más poblada en México después de la capital del país y es limítrofe con San Diego. Frecuentes derrames de aguas residuales y de lluvias circulan por el Río Tijuana y llegan hasta el Valle del Río Tijuana, entre las ciudades californianas de San Ysidro e Imperial Beach.
Los congresistas dijeron en su carta al presidente y al gobernador, ambos demócratas, que solicitan la declaración del estado de emergencia, a la luz de los “niveles alarmantes de gases nocivos emanan del río Tijuana”.
“Los datos recientes han dejado en claro que estos gases están causando una amenaza inmediata y grave para la salud y la seguridad de los residentes del sur de San Diego, por lo que nuestra comunidad necesita apoyo adicional”, explicaron.
La contaminación del río transfronterizo y del valle han obligado al cierre de playas en el sur de la Bahía de San Diego por más de mil días consecutivos.
Este pedido se da luego de que el diario San Diego Union Tribune publicara el pasado viernes que nuevas investigaciones reflejan que el aire en la región puede ser tan tóxico como la contaminación que afecta al agua y la arena de las playas.
La Universidad de California en San Diego (UCSD) envió recientemente un equipo del Centro de Impacto de Aerosoles y Químicos en el Medio Ambiente, para analizar la contaminación del aire, pero la directora de la investigación, Kim Prater, dijo que en cuanto tuvieron los primeros resultados, ordenó a los investigadores que abandonara la zona por seguridad.
Parter manifestó que la zona presenta altos niveles de cianuro de hidrógeno y sulfato e hidrógeno, los cuales generan contaminación y un olor parecido al de huevos podridos, y que una reciente ola de calor en la región agravó estas condiciones.