Mar. Sep 17th, 2024

Analizarán científicos universitarios calidad del agua en ecosistema costero de Manzanillo

El propósito, dijo el investigador, es saber qué medidas tomar para mitigar la afectación en el sistema coralino que está en deterioro”. (Foto de la Dirección General de Prensa de la UdeC)

¿Qué pasaría si el ecosistema costero conformado por la laguna de Juluapan y la comunidad arrecifal de La Boquita, en Manzanillo, desaparecieran? Si el arrecife muere, las especies que lo habitan desaparecerían o migrarían a otros lugares, afectando la pesca. Además, si el mangle se deteriora, el carbono almacenado allí se liberaría a la atmósfera, contribuyendo al enrarecimiento del cambio climático, explicó Manuel Gerardo Verduzco Zapata, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima.

Por ello, a través de la investigación “Estudios de circulación, calidad de agua y transporte de sedimentos enfocados a la conservación del ecosistema costero conformado por la laguna de Juluapan y la comunidad arrecifal de La Boquita, en Manzanillo, Colima”, él y otros investigadores y estudiantes de la UdeC buscarán generar estrategias que permitan la conservación de esta zona natural.

Este proyecto es apoyado con recursos propios de la Universidad de Colima mediante la convocatoria Fortalecimiento de la Investigación 2024.

El investigador universitario explicó que la boca de conexión entre la laguna de Juluapan y la playa La Boquita se construyó con maquinaria pesada, transportando material como arena y grava para formar el canal de entrada. Sin embargo, cada vez que hay una tormenta importante, esta estructura se erosiona, afectando la calidad de la playa La Boquita y, por ende, a la comunidad arrecifal, que es muy sensible a la calidad del agua, la sedimentación y la temperatura.

“Entonces, la idea es hacer mediciones en campo de la calidad del agua y la circulación en la bahía y la laguna; ver cómo se está dando el transporte de sedimentos a la comunidad arrecifal, además de realizar modelación numérica para encontrar una configuración adecuada de la boca que minimice el transporte de sedimentos hacia el coral, y ver también qué medidas podemos tomar para mitigar la afectación en el sistema coralino que está en deterioro”, agregó.

Estas mediciones, comentó, podrán ayudar a entender por qué se está dando este deterioro y, dependiendo de los resultados, plantear propuestas de restauración del sistema coralino.

¿Qué pasa cuando estos sistemas se ven afectados?

“Se pierde biodiversidad, el arrecife muere y todas las especies que habitan allí deben migrar o desaparecen. Por eso es crucial conservar los ecosistemas. Además, si no hay una circulación adecuada dentro de la laguna, la calidad del agua puede disminuir, el manglar puede sufrir estrés y eventualmente morir”.

Detalló que los manglares actúan como cajas fuertes que almacenan carbono, además de servir de refugio para los peces. “Entonces, su desaparición afectaría a los pescadores y se liberaría el carbono hacia la atmósfera, contribuyendo al cambio climático, cuyas consecuencias ya conocemos”.

En este proyecto participan los integrantes del Cuerpo Académico 95 de la Facultad de Ciencias Marinas, así como el doctor Mauricio Bretón, del Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos (CUEV) de la Universidad de Colima.

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