El presidente francés, Emmanuel Macron, quiere crear una fiesta nacional del deporte en Francia, que se celebraría el 14 de septiembre, donde los medallistas franceses recibirán condecoraciones.
El nuevo festivo, que seguiría el modelo de la Fiesta de la Música del 21 de junio, tendría competencias y demostraciones deportivas a nivel popular para mostrar la importancia de la práctica cotidiana del deporte, indica Macron en una entrevista con el diario La Parisien.
“Tenemos que reencontrarnos en torno a una fiesta del deporte, popular, que se desarrolle en las calles, las escuelas, los centros deportivos”, explicó.
La fecha se tomaría de la del gran desfile que se celebrará en los Campos Elíseos de París con muchos de los atletas olímpicos y paralímpicos franceses para la que se esperan unos 70 mil asistentes.
También habrá un concierto en vivo en el arco del Triunfo, en un evento que contará con un dispositivo de seguridad de 4 mil policías y gendarmes, según anunció por separado el ministro de Interior en funciones, Gérald Darmanin.
En la entrevista, Macron se mostró extremadamente satisfecho de cómo se desarrollaron los Juegos. “Han mostrado nuestra cultura y nuestra audacia”.
Macron también recordó a todas las personas del ámbito de la seguridad “que lograron que este evento fuera un éxito a los ojos de todo el Mundo”, a pesar de que siguen “en un alto nivel de amenaza terrorista”.
Una cuestión pendiente es la pervivencia en París de los 2 grandes símbolos olímpicos: el globo cautivo con el pebetero sobre las Tullerías y los anillos olímpicos en la torre Eiffel.
Sobre el primero, dijo que su deseo “es que se pueda mantener el mayor tiempo posible, teniendo en cuenta los elementos técnicos”, y siempre de acuerdo con el Ayuntamiento de París, cuya alcaldesa, Anne Hidalgo, está a favor de mantenerlo.
Y sobre los anillos, Macron se mostró de acuerdo con Hidalgo en “no haberlos retirado de inmediato. Ella tenía razón”.
Se trata de una respuesta poco comprometedora a una cuestión espinosa que no deja de tener, como casi todo en Francia, tintes políticos.
La socialista Hidalgo se mostró inicialmente a favor de mantener los anillos olímpicos en la torre Eiffel de forma permanente, pero la ministra de Cultura, la conservadora Rachida Dati, respondió de forma reticente señalando que, al tratarse de un monumento nacional -aunque de propiedad municipal- debía tratarse con las autoridades de patrimonio.
Ante la oposición de los descendientes de Gustave Eiffel, Hidalgo matizó posteriormente su idea y dijo que le gustaría mantener los anillos hasta los Juegos Olímpicos de 2028.