El Gobierno de Colombia confirmó que el diálogo de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) “queda suspendido” tras el atentado de ese grupo armado contra una base militar del Ejército en el departamento de Arauca, en el este del país, que dejó 2 muertos y 27 heridos.
La delegación del Gobierno en la mesa de diálogo aclaró de esta forma lo dicho en la noche del martes por el presidente, Gustavo Petro, quien declaró que el ataque “cierra un proceso de paz con sangre”.
“Durante estos meses el Gobierno ha hecho llegar al ELN múltiples propuestas. Hoy el proceso de diálogos queda suspendido. Su viabilidad está severamente lesionada, y su continuidad sólo puede ser recuperada con una manifestación inequívoca de la voluntad de paz del ELN”, agregó la delegación en un comunicado, que no cerró la puerta completamente al proceso.
En la misiva también manifestaron su “absoluto rechazo al ataque perpetrado por el ELN a la base militar de Puerto Jordán, Arauca” y mostró sus condolencias a las familias de las víctimas “ante este nuevo hecho de violencia que cobra la vida de jóvenes colombianos”.
El Gobierno colombiano y el ELN reiniciaron en noviembre de 2022 en Caracas las negociaciones de paz con la última gran guerrilla latinoamericana que, sin embargo, se estancó a comienzos de este año por las exigencias del ELN de que el Ejecutivo los retire de la lista de grupos terroristas y abandone el diálogo regional que mantiene en el departamento de Nariño (suroeste) con Comuneros del Sur, supuestamente escindido del ELN.
Durante los diversos ciclos de negociaciones en Caracas, La Habana y Ciudad de México, las partes llegaron a varios acuerdos parciales y pactaron un cese el fuego bilateral de un año, el más largo mantenido con esa guerrilla, que terminó el pasado 3 de agosto, tras lo cual el ELN reanudó sus ataques contra la fuerza púbica e infraestructuras en distintas partes del país, especialmente en Arauca, donde es particularmente fuerte.
Petro comparó el ataque del martes con el atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía colombiana en Bogotá, que en enero de 2019 dejó 20 muertos y 68 heridos, entre ellos una cadete ecuatoriana, y que puso fin al diálogo que en ese momento mantenía el Gobierno con esa guerrilla.
“Y obviamente, como sucedió aquella vez en otro sitio aquí cerca, en la Escuela de la Policía, pues murieron muchísimos agentes de policía, alféreces que estaban estudiando allí, pues prácticamente es una acción que cierra un proceso de paz con sangre”, agregó.
En aquella ocasión, el Gobierno de Iván Duque rompió las negociaciones de paz con la guerrilla.