El Reino Unido eliminará el carbón de su producción eléctrica con el cierre el 30 de septiembre de su última central alimentada por ese mineral, lo que supone un hito en el país que introdujo el uso de ese combustible a finales del siglo XIX.
El cierre de la planta de Ratcliffe-on-Soar (centro de Inglaterra) a medianoche del último día de septiembre “marca un momento histórico, pues pone fin a una dependencia de la energía a carbón que comenzó en 1882”, con la primera central de ese tipo Edison Electric Light Station en Londres, dijo el centro de estudios Ember en un comunicado.
Ember, cuyo objetivo es acelerar la transición a fuentes limpias, publicó un análisis que indica que el Reino Unido experimentó un rápido desplazamiento del carbón, al pasar de suponer un 39% de su generación eléctrica en 2012 a un 0% a partir de octubre.
La organización señaló que, desde 2012, las cuotas de la eólica y la solar en la generación de electricidad “pasaron del 6 al 34%, mientras que el gas solo aumentó ligeramente, del 28 al 34%”.
La energía eólica, en particular, creció un 315%, aportando 62 TWh de nueva generación, mantuvo.
De acuerdo con Ember, la eólica y la solar conjuntamente desplazaron 28 millones de toneladas de carbón y evitaron 2,900 millones de libras (3,440 millones de euros) en costes de combustible (en precios de 2023).
Desde 2012, las emisiones del sector eléctrico se redujeron un 74%, de 160 MtCO2e a 41 MtCO2e, pues el Gobierno cerró o reutilizó con otros combustibles 15 centrales eléctricas de carbón, hasta el cierre de la última este mes, dijo la entidad.
“La era de la energía sin carbón comienza”, declaró en la nota el analista de Ember Frankie Mayo.
“El Reino Unido logró algo enorme, al transformar su sistema energético de ser un gran contaminante a impulsar las energías renovables en un período de tiempo sorprendentemente corto”, agregó.
Según Mayo, esto fue posible gracias a una serie de políticas “que incentivaron el rápido despliegue de la energía renovable, al tiempo que endurecieron las restricciones a las centrales eléctricas de carbón”.
El analista mantuvo que el Gobierno laborista deberá tener en mente estas medidas para lograr su objetivo de que el sistema de producción eléctrica en el Reino Unido alcance la neutralidad de carbono para 2030.