El japonés Shohei Ohtani se ha convertido en una leyenda viva de las Grandes Ligas como miembro del exclusivo Club de los 50-50, en jonrones y bases robadas.
El genio japonés, que firmó el año pasado un contrato de 700 millones de dólares por 10 temporadas, ha dejó una marca indeleble no solo en el mundo del béisbol sino en el deporte en general.
En 1999 el cubano José Canseco selló el primer 40-40. Subir el listón parecía imposible hasta la llegada de Ohtani, que, además, está a un paso de poder volver al picheo tras la grave lesión de codo padecida el curso pasado.
Para alcanzar el “50-50”, Ohtani montó una exhibición ofensiva perfecta en las 6 veces que se presentó al bate. Sumó 5 batazos de extrabases (2 dobles y 3 jonrones), se robó 2 bases, totalizó 10 carreras empujadas y 4 anotadas, lo que se traduce en un 60% del total de anotaciones de los Dodgers en el partido que terminaron ganando por paliza de 4-20 sobre los Marlins.
Hace 35 años Canseco fundó el club 40-40 y en la pasada temporada el venezolano Ronald Acuña Jr. presentó el “40-70”, pero el japonés inauguró el jueves la membresía para el “50-50” y de inmediato alcanzó el “club 51-51” en el mismo partido con sus 3 vuelacercas y 2 estafas.
Como si fuera poco, con sus 51 vuelacercas a los Marlins, Ohtani estableció una nueva marca de jonrones en una temporada para los Dodgers, que tiene la posibilidad de seguir ampliando en lo que resta de la temporada.
Ohtani se ganó el derecho de disputar la primera postemporada de su carrera en las Grandes Ligas, ya que el equipo de Los Ángeles aseguró su clasificación a los playoffs.
Dentro del grupo de 32 bateadores que han fletado 50 jonrones en una temporada, Willie Mays (51-1955) y el dominicano Alex Rodríguez (54-2007), según datos de Baseball Reference, tenían el mayor número de bases robadas en una campaña, ambos con 24.
El japonés no solo ha logrado alcanzar una marca histórica, sino que lo ha hecho con una frecuencia de un jonrón cada 11.7 turnos al bate (segundo en toda la MLB). Apenas ha sido atrapado en 4 ocasiones en las 55 oportunidades que ha salido al robo de base. En otras palabras, 92.7% de éxito en esos intentos.
Un MVP en medio de los escándalos
Este nuevo hito, junto a sus más de 100 remolcadas y anotadas y media de más de .290, le han asegurado a Ohtani la conquista de su tercer premio al Jugador Más Valioso, su primero en la Liga Nacional, que lo convertirá en el primer pelotero que juega exclusivamente como bateador designado y que de paso obtiene la distinción desde que este reconocimiento es entregado en la MLB.
Además de volver al terreno tras su segunda operación en su brazo de lanzar, Ohtani ha logrado esta inmejorable actuación en un año en el que ha tenido que cargar con el peso de ser el atleta con el contrato de mayor valor total en la historia del deporte profesional, que es de 700 millones de dólares.
Ohtani también ha tenido que lidiar con los coletazos de un escándalo de apuestas en el que se vio involucrado debido a la participación de su antiguo interprete Ippei Mizuhara, quien lo estafó por más de 16 millones de dólares.
Otro obstáculo que ha superado para mantener el focoe y alcanzar el éxito en su histórica temporada.