Por Amador Contreras Torres
(Segunda de dos partes)
A destacar. Arnoldo Ochoa, al asumir como coordinador de la fracción del tricolor en el Congreso del Estado, dijo que tienen un amplio proyecto de trabajo y que van a sacar adelante en el trabajo parlamentario y entre otros temas relevantes, expresó que hay una gran crisis en el sector salud de Colima, en los hospitales del IMSS, del ISSSTE y de la Secretaría de Salud, filas enormes de personas que no tienen acceso a medicinas, muchos menos a cirugías, debido a la crisis en el sector salud y la austeridad presupuestal en ese rubro, son temas que son relevantes y que formarán parte de la agenda política del PRI en Colima, dijo Arnoldo Ochoa, en presencia del dirigente estatal de ese instituto político, Enrique Rojas Orozco. Protestas. En Guadalajara, en todas las calles del centro histórico miles de tapatíos salieron a protestar para defender el triunfo de Pablo Lemus en la gubernatura de Jalisco. En pancartas y discursos los jaliscienses aseguraron que van a defender la voluntad popular expresada en las urnas y que no van a permitir que les arrebaten el triunfo en la mesa. Acusaron a Morena de querer arrebatar el poder a la mala. Tras el fallo de los tribunales electorales que ponen en duda la legitimidad del triunfo electoral de MC, Movimiento Ciudadano para la gubernatura de Jalisco, las protestas suben de tono en las calles y se perfila un conflicto político de proporciones inéditas en ese vecino estado que amenazan la gobernanza, la paz y la tranquilidad social. El conflicto apenas comienza y amenaza con salirse de cauce con resultados impredecibles en este momento. La prensa nacional y tapatía da cuenta de las fuertes protestas y se observa un conflicto político que toma visos de ingobernable. El gobernador saliente Enrique Alfaro a cerrado filas con el candidato Pablo Lemus y ha expresado que no se van a dejar arrebatar el triunfo y que van a defender a Jalisco con todo. Nepotismo. En la sucesión presidencial de 1982, con la asesoría de un psicólogo, Miguel de la Madrid y su grupo salinista de tecnócratas “cultivaron” con elogias el enorme ego y soberbia del entonces presidente José López Portillo. Para halagarlo, le dieron un cargo en la SPP, Secretaría de Programación y Presupuesto a una amiga del presidente: Rosa Luz Alegría y a su hijo, José Ramón López Portillo, lo hicieron subsecretario de Estado en la SPP, en la cual estaba al frente Miguel de la Madrid. López Portillo accedió a nombrar a su hijo en ese cargo y ante las fuertes críticas periodísticas, solo dijo con cinismo: “En todo caso, es el orgullo de mi nepotismo”. Con este tipo de maniobras, halagando el ego del presidente Miguel de la Madrid fue ungido como candidato presidencial, y dejando en el camino Javier García Paniagua quien era el gallo de los militares y de un sector identificado con el populismo y la ideología de la Revolución Mexicana. Esa facción, fue derrotada por la derecha neoliberal que ganó esa sucesión presidencial, como parte de una enconada lucha por el liderazgo del país. Por esos días, Carlos Tello y Rolando Cordera publicaron un libro que fue muy célebre La disputa por la Nación que da cuenta puntual de la enconada lucha por el poder hace ya 4 décadas y cuyos ecos y reverberaciones persisten hasta nuestros días. La prueba está de que un hijo de Javier García Paniagua, Omar García Harfuch será el próximo secretario de Seguridad Pública y algunos piensan u opinan que puede ser la carta marcada de la sucesión presidencial en el 2030, pues es muy cercano a los afectos de la presidenta Claudia Sheinbaum y es de todas sus confianzas para el relevo en el poder durante los próximos seis años. Harfuch ha mantenido un bajo perfil, tiene el respaldo de Sheinbaum, pero no es bien visto por el presidente saliente López Obrador. La anécdota. Luis Echeverría tenía muy buenas cartas para la sucesión presidencial en 1976, en Porfirio Muñoz Ledo o en Augusto Gómez Villanueva, que le hubieran respondido bien y le hubieran sido leales, en mi opinión. Creo que Echeverría se equivocó al poner a López Portillo que, debido a su frivolidad, se apartó de las tesis del nacionalismo revolucionario y con su banalidad, sin querer, le abrió las puertas del poder a la tecnocracia salinista y a la derecha. Echeverría quiso controlar la sucesión y les puso a varios de sus alfiles en la dirigencia nacional del PRI y en el gabinete presidencial. Don Jesús Reyes Heroles, – que no quería a Echeverría- le dijo a López Portillo: “Eres un príncipe encorsetado”. López Portillo, con malicia, dijo “lo importante es ser príncipe, después, ya se verá”. Al poco tiempo, se deshizo de los echeverristas en el gabinete y exilió del país a Echeverría, con el nombramiento como embajador en Australia y en las islas Fidji un lugar perdido en la inmensidad del océano Pacifico.
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