Trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) se apostaron a la entrada del puente internacional Puerta México, en Matamoros, para protestar contra la reforma judicial en el lugar donde el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugurará esta tarde el monumento al revolucionario Catarino Erasmo Garza Rodríguez.
Según publica Reforma en su edición digital, con pancartas y gritando consignas como “No es un honor estar con un dictador” y “Sin color, sin partido, la justicia se ha impartido”, los trabajadores se confrontaron con simpatizantes del mandatario, quienes les gritaron “corruptos”.
La zona se encuentra cerrada desde el viernes y hoy se dispuso de un fuerte operativo por parte del Ejército y la Guardia Nacional.
Ayer, el mandatario federal fue recibido entre gritos de “¡dictador, dictador!”, por parte del personal del Poder Judicial de la Federación en Veracruz.
Al momento en que el mandatario ingresaba a la Casa Juárez del Puerto de Veracruz, alcanzó a esquivar una botella de agua que fue lanzada desde la acera donde protestaban los trabajadores del Poder Judicial.
Esta mañana, precisó Reforma, el presidente dijo que el acto en Veracruz fue porque están enojados de que ya no hay corrupción en el país.
“Ayer me tiraron una botella de agua y es que yo empecé jugando beisbol, era fielder, imagínense si no sé… si hasta la pude haber agarrado (la botella), pero no pasó a mayores.
“Entiendo que están enojados, que están molestos. Por esto mismo, ellos quisieran que no cambiara nada, conservadurismo viene de conservar, de mantener el statu quo; pero eso ya no se puede, y ya se les va a ir pasando el enojo”, comentó López Obrador en conferencia mañanera.
Con información de Reforma
