La candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, prometió que si es elegida en noviembre próximo mantendrá las restricciones al asilo establecidas por la Casa Blanca y tomará medidas para garantizar que la frontera permanezca cerrada entre los puertos de entrada.
“Y como presidente… haré más para proteger nuestra frontera, para reducir los cruces ilegales. Tomaré más medidas para mantener la frontera cerrada entre los puertos de entrada”, dijo Harris en Douglas, Arizona, ante una concurrida audiencia que la aplaudió en su primera visita a la frontera como candidata.
La vicepresidenta hizo el anuncio desde un bastión republicano donde la demócrata busca arrebatar votos al expresidente Donald Trump (2017-2021) mostrando propuestas que ya funcionan y son de “sentido común”.
En concreto, Harris indicó que dificultará el fin de la orden ejecutiva establecida por el Gobierno de Joe Biden en junio pasado, que ha logrado reducir el número de detenciones en la frontera suroeste a cifras promedio de 2019, cuando su oponente estaba en el poder.
Harris apuntó el dedo hacia Trump y los republicanos como los responsables de hundir un proyecto de ley del Senado negociado por meses por un grupo bipartidista y promovido por el presidente Biden y que, entre otras medidas, inscribía de manera permanente en la ley las mayores restricciones al sistema de asilo en años, impuestas por el Ejecutivo.
La vicepresidenta acusó a Trump de descarrilar el proyecto por jugar con la política, y aseguró que si es elegida enfocará sus esfuerzos para que se apruebe el proyecto, que incluye más contratación de agentes de la frontera, jueces de inmigración, y tecnología para luchar contra el tráfico de drogas, en especial el fentanilo.
La demócrata se despachó contra Trump asegurando que el neoyorquino “fracasó” en su liderazgo, con lo que devolvió a los republicanos la acusación de que el Gobierno Biden había fracasado en la frontera, según dijo el senador por Ohio y compañero de fórmula de Trump, JD Vance, en agosto pasado durante su visita a la frontera.
“Como su presidenta, protegeré la soberanía de nuestra nación, aseguraré nuestra frontera y trabajaré para arreglar nuestro sistema de inmigración que está roto”, espetó la candidata y reiteró que se asociará con los republicanos e independientes para lograrlo.
El mensaje de la demócrata fue claro: quiere fortalecer la frontera, pero de “una manera humana”, según dijo. No obstante, advirtió que aquellos que crucen los límites del país de forma irregular “serán detenidos y expulsados y se les prohibirá volver a entrar durante 5 años”, además de que se presentarán “cargos penales más severos contra los reincidentes”.
La demócrata también destacó su pasado como fiscal general de California y los logros de la Administración Biden en la lucha contra el narcotráfico, las pandillas y los traficantes de inmigrantes, todo con el fin de asegurar la frontera.