El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, instó a la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a firmar la alianza de combate contra el hambre en la próxima Cumbre de Líderes del Grupo de los Veinte (G20) de noviembre.
“Nada explica que un país como México tenga hambre o un país como Brasil tenga hambre”, criticó durante el Foro Empresarial México–Brasil, organizado en Ciudad de México por el Consejo Empresarial Brasil–México (Cebramx) y el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).
La próxima reunión del G20 se realizará en Rio de Janeiro, en Brasil, los próximos 18 y 19 de noviembre, en donde se prevén discusiones para abordar a lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad, las 3 dimensiones del desarrollo sostenible (económica, social y ambiental) y la reforma de la gobernanza global.
Por ahora, Sheinbaum, quien toma posesión como la primera mujer presidenta de México este 1 de octubre no ha definido aún si asistirá a la próxima cumbre del G20, en lo que sería su primera visita de Estado al exterior.
El pasado 17 de septiembre, Sheinbaum mencionó que, como el actual presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, estará centrada en los temas al interior del país, por lo que no planea “viajar mucho”.
“Estamos valorando el G20, que es la primera actividad internacional, que es en Brasil, además con un gobierno amigo, con Lula, que él va a venir a la toma de posesión, pero no vamos a estar viajando ni tampoco haciendo de este tema un tema central”, declaró Sheinbaum en una rueda de prensa.
El actual mandatario López Obrador nunca asistió en su gestión al G20, que está formado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía, además de la Unión Europea y la Unión Africana.
La postura de Sheinbaum es similar a la de López Obrador, quien solo viajó 7 veces al extranjero en sus 6 años de mandato, 5 de ellas a Estados Unidos, una a Centroamérica y otra a Suramérica, con el argumento de que “la mejor política exterior es la interior”.