Casi 3 meses después de que el diario GRADA revelara la campaña de acoso contra Lucía Yáñez, exjugadora del Club Puebla, el equipo emitió un comunicado este jueves asegurando que se le brindó acompañamiento en el proceso de denuncia.
Sin embargo, Yáñez desmintió estas afirmaciones, señalando que el apoyo recibido fue meramente verbal. La futbolista también solicitó una audiencia con la presidenta de la Liga MX Femenil, Mariana Gutiérrez, para que su caso establezca un precedente.
El acoso hacia Yáñez comenzó en redes sociales, donde se crearon perfiles falsos para difamarla, y escaló el pasado 7 de julio, durante el encuentro entre Puebla y Rayadas en el Estadio Cuauhtémoc, cuando desde los palcos se lanzaron volantes con acusaciones racistas y rumores sobre su vida personal.
Según la futbolista, aunque notificó a la directiva y a la entonces directora técnica, María José López, del acoso que sufría, no recibió más que palabras de apoyo. Incluso tras un ataque a su domicilio en marzo de este año, la directiva no tomó medidas.
En respuesta a la creciente atención mediática, el Club Puebla afirmó haber acompañado a Yáñez a presentar la denuncia y proporcionarle herramientas de apoyo. No obstante, la jugadora aseguró que nunca la acompañaron a denunciar y que tampoco le proporcionaron los videos de seguridad del estadio para identificar a los responsables del incidente durante el partido contra Rayadas.
Yáñez decidió abandonar el club en septiembre debido a la falta de protección y apoyo, aunque el equipo declaró que su salida fue “por motivos personales” y de mutuo acuerdo. La jugadora refutó esta versión, indicando que se le ofreció rescindir su contrato, pero que no recibiría el pago de los 2 meses restantes de salario.
Lucía Yáñez cerró su comunicado solicitando que su caso sea escuchado por la Liga MX Femenil para evitar que otras futbolistas sufran situaciones similares. Hasta el momento, ni el Club Puebla ni la Liga MX Femenil han emitido una respuesta oficial.
Este no es el primer caso de acoso en el fútbol femenil mexicano, como lo evidencian los casos de Sabrina Enciso y Scarlett Camberos, aunque en este último, el Club América se involucró más activamente en la protección de la jugadora.
Con información de Récord.