El Bachillerato 32 de Suchitlán, en el municipio de Comala, fue el epicentro de una celebración cultural que resaltó la importancia de preservar las tradiciones ancestrales de la región. El proyecto transversal “Voces Ancestrales: caminos hacia la paz y la inclusión”, realizado a lo largo de dos parciales, culminó con un evento de cierre que reunió a estudiantes, docentes, autoridades universitarias y miembros de la comunidad.
Durante este encuentro, los y las estudiantes presentaron los resultados de meses de investigación y trabajo en equipo. A través de diversos stands, los y las asistentes pudieron apreciar la riqueza cultural de Suchitlán, desde la elaboración de artesanías tradicionales como tambores y máscaras, hasta la preparación de alimentos y bebidas típicas.
Además, hubo demostraciones de prácticas ancestrales como la danza de los morenos, el temazcal y la tradicional ceremonia del enroso, exhibieron tambores y sonajas, máscaras de Suchitlán y tejidos, elaboraron bebidas a base de café y cacao y mostraron trabajos de piedra labrada, herbolaria y comida tradicional.
Destacaron actividades como juegos tradicionales y el arte del cultivo ancestral.
Previamente, realizaron talleres en los que participaron como ponentes personas en su gran mayoría adultas mayores provenientes de la propia comunidad, quienes compartieron sus saberes.
La Dra. Susana Aurelia Preciado Jiménez, coordinadora general de Docencia de la Universidad de Colima, en representación del Rector Christian Torres Ortiz Zermeño, destacó la importancia de este tipo de proyectos para fortalecer los vínculos entre la Universidad y la comunidad.
Reconoció y felicitó a estudiantes y docentes por este trabajo y abordó el tema de la cultura de paz, su construcción y promoción a través del diálogo, la tolerancia, el respeto y la empatía, “lo que permite afianzar una educación inclusiva e intercultural”.
Por su parte, el Mtro. Eder Eusebio Pérez Reynaga, director del Bachillerato 32, agradeció la participación de todos los involucrados y resaltó el compromiso de los y las estudiantes por conocer y valorar su patrimonio cultural.
Se trata, expresó Edder, “no sólo de una manifestación de nuestro compromiso con la educación de calidad, sino también de una oportunidad para fortalecer los lazos con nuestras raíces culturales y fomentar valores universales como la paz, la inclusión y el respeto a los derechos humanos.
A través de este proyecto, agregó, buscan que las y los jóvenes no sólo reconozcan la riqueza cultural que les rodea, sino que también se conviertan en agentes activos en su preservación.
Destacó que, al trabajar en comunidad, “las y los estudiantes aprenden de la cultura local y también entienden la importancia de la inclusión y la colaboración para la creación de un entorno pacífico. La participación de la comunidad en este proceso es clave para lograr que cada joven valore la diversidad, respete las diferencias y promueva la paz desde sus interacciones cotidianas. Y es que, la paz no es nada más la ausencia de conflicto, sino la construcción constante de un ambiente donde todas las personas puedan florecer y ser valoradas”.
También asistieron al evento, por parte de la UdeC, Carlos Ramírez, coordinador general de Extensión; Adrián López, delegado de Villa de Álvarez; Martín Robles, director general de Educación Media Superior; Rosa Macedo, responsable del área de cultura de paz del Dirección General de Desarrollo Integral; Camilo García, presidente de la FEC y Guadalupe Cristóbal, presidenta de la Sociedad Estudiantil del Bachillerato 32.
Asistieron además profesoras de los bachilleratos 15, 17, 18, 25 y 34 de la UdeC, el alumnado y personal de la Escuela Secundaria “28 de febrero” de la Comunidad de Suchitlán, estudiantes y personal de la Prepa Anáhuac Colima, estudiantes de la Licenciatura en Gestión Cultural de la Universidad Intercultural de Colima, así como padres y madres de familia, instructoras e instructores de los talleres y público en general.
