El expresidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019), afirmó que durante el supuesto ataque armado que sufrió en el Trópico de Cochabamba, su bastión político y sindical, ni él ni ninguno de sus acompañantes estaba armado, cuando el domingo (27) aseguró haber disparado a la llanta de un vehículo que lo perseguía.
“Hay muchas pruebas de que nos emboscaron, pero dicen que nosotros disparamos. Ninguno de nosotros llevaba ningún tipo de armamento”, dijo Morales a través de sus redes sociales.
Hizo la publicación después de que el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, lo acusara de disparar con un arma de fuego a varios policías y de herir a uno cuando realizaban un control rutinario antidrogas de vehículos en la carretera.
Al parecer, según el ministro, el vehículo en el que se movilizaba Morales también arrolló a un policía, quien presentó una fractura de tibia y peroné.
“Tardaron 30 horas para montar una mentira. Siguiendo el libreto de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EUA), la dictadura de la mentira, ahora, quiere convertir a la víctima en victimario”, denunció Morales.
El domingo (27) el expresidente contó en su programa radial de la emisora Kawsachun Coca lo que había ocurrido minutos antes, mientras se transportaba en un vehículo por la carretera en el Trópico de Cochabamba.
En medio de su relato en detalle, admitió que disparó contra un segundo vehículo que supuestamente lo perseguía.
“El segundo carro que nos perseguía también cruzó, nos siguió y nos alcanzó, (escuché) otros disparos. Yo he disparado a la llanta del carro que estaba ahí (…) y rápidamente cambiamos de carro y ahí salimos”, reveló el exgobernante.
Morales denunció que el presidente Luis Arce y los ministros de Gobierno, Del Castillo, y de Defensa, Edmundo Novillo, elaboraron un plan para quitarle la vida.