El magistrado del Trigésimo Segundo Tribunal de Circuito, con sede en Colima, David Cisneros, se refirió a las manifestaciones que se están realizando en la Ciudad de México y en distintas ciudades del país, relacionadas con lo recientemente discutido en el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Recordó que en dicha sesión se evaluó la constitucionalidad de la reforma al Poder Judicial publicada en el Diario Oficial de la Federación el 15 de septiembre de 2024.
Así, el magistrado Cisneros explicó que la discusión en la Corte fue para determinar si la reforma era o no compatible con la Constitución. Subrayó que el objetivo de la Corte era revisar si la inclusión de ciertos artículos en la Constitución respetaba la supremacía constitucional.
“El concepto de Supremacía Constitucional fue fundamental en el siglo XIX y XX, cuando se entendía que la Constitución era la norma superior. Sin embargo, con los cambios que trajo la Segunda Guerra Mundial, se comprendió que una obediencia ciega a la ley podía llevar a graves violaciones de libertades y derechos humanos, como ocurrió en la Alemania nazi, donde se cometieron grandes injusticias bajo la superioridad de la ley. Por eso, entendemos ahora que por encima de la ley está la dignidad de las personas”, comentó Cisneros.
Agregó que la dignidad comprende 2 aspectos esenciales: la libertad y los derechos. “Hoy, no es posible hablar de supremacía constitucional sin considerar las libertades y derechos de las personas. En México, la reforma constitucional de junio de 2011 marcó un punto de inflexión, al establecer que todas las autoridades deben garantizar los derechos humanos y las libertades de las personas, tal como se reconocen en la Constitución y en los tratados internacionales firmados por México, como la Convención Interamericana de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”.
David Cisneros mencionó que el ministro José Luis González Alcántara y Carrancá elaboró un proyecto de sentencia sobre las reformas constitucionales impugnadas por los partidos políticos, en el que señalaba que algunas de dichas reformas eran erróneas. Sin embargo, ese proyecto no se discutió por falta de la mayoría calificada.
El magistrado Cisneros enfatizó que las determinaciones de la SCJN son cruciales para el futuro de la República mexicana.
Durante una entrevista, Cisneros subrayó que juristas internacionales han señalado que la reforma judicial debe ir más allá de cambios en el texto legal, hacia una verdadera transformación de fondo. Criticó la interferencia política en el nombramiento de jueces, lo que, en su opinión, compromete la imparcialidad judicial.
Declina participar en la elección
El magistrado destacó que esa es la razón por la que muchos jueces y magistrados han decidido no participar en el proceso de elección. “Nosotros, como jueces y expertos en derecho, vimos el esquema constitucional de esta reforma y concluimos que, si participáramos, no tendríamos la libertad de dictar sentencias conforme a derecho y justicia, sino que estaríamos sujetos a presiones políticas o del electorado que nos dio su voto”.
Cisneros comparó esta situación con el sistema de Estados Unidos, donde algunos jueces son electos. Explicó que, cuando esos jueces buscan la reelección, pueden dictar sentencias excesivas o incluso condenar a personas inocentes para asegurarse el apoyo del electorado.
Asimismo, señaló que experiencias similares se han observado en Bolivia, donde, debido al descontento ciudadano, muchas personas se abstienen de votar en las elecciones de jueces, a pesar de que se les imponen sanciones o restricciones de derechos.
“Consciente de esta responsabilidad y tras 32 años de servicio, decidí no participar en la elección. Aunque mi elección ordinaria sería en 2027, ya envié mi declinación a la Cámara de Senadores, dejando claro que no participaré, porque la justicia que no garantiza la imparcialidad, no asegura las libertades ni los derechos de las personas”, concluyó el magistrado.