Por Rostyslav Averchuk
Pese a la necesidad de más proyectiles de artillería y de equipos de remoción de minas, la liberación de Urozhaine y los avances cerca de Robotyne muestran la capacidad del ejército ucraniano para superar las defensas rusas en el sur.
Los analistas militares ucranianos creen que las probabilidades de éxito ucranianas son significativas y que los combates podrían estar entrando en su “fase crítica” ahora que ambas partes han recurrido a todas sus reservas en la zona.
Las tropas ucranianas están enfrentándose ahora a la segunda y principal línea de las defensas rusas en por lo menos 2 puntos del frente sur y “preparando las condiciones” para asaltarla, dijo a EFE el experto militar Oleksandr Kovalenko.
La liberación de Urozhaine, en la región de Donetsk, confirmada por Kiev, abre a las fuerzas ucranianas el camino hacia Staromlynivka, un importante bastión de la línea principal de defensa de Moscú, parte de la conocida como “línea Surovikin”.
La localidad de Zavitne Bazhannia todavía separa a las fuerzas ucranianas de Staromlynivka, pero Kovalenko espera que sea retomada pronto.
Las fuerzas ucranianas también están moviéndose hacia la localidad de Kermenchyk, que dispone de elevaciones que potencialmente podrían ofrecer una ventaja a la artillería ucraniana.
La recuperación de Staromlynivka, a su vez, abriría el paso en dirección a Berdiansk, Mariúpol o Volnovaja, subraya Kovalenko.
El experto militar Mykola Bielieskov también piensa que las mayores posibilidades para Ucrania se encuentran ahora mismo en ese punto, así como cerca de Robotyne, otro bastión ruso más hacia el oeste, en la región de Zaporiyia.
Si las fuerzas ucranianas logran romper allí las defensas rusas, no se encontrarán con otras fortificaciones significativas en su camino hacia el mar de Azov, explicó el experto en un análisis para el Instituto Nacional de Estudios Estratégicos.
“Los combates están en la fase crítica. Ucrania es capaz de agotar a las fuerzas rusas, que ahora carecen de reservas para reforzar sus posiciones”, señaló.
Las fotografías y vídeos de Robotyne difundidos esta semana por soldados ucranianos demuestran que se están produciendo hostilidades entorno a ese bastión ruso.
Según Kovalenko, las fuerzas ucranianas están tratando de rodearlo, tras haber abierto una cuña en dirección al pueblo de Verbove, al sudeste, y de desplazarse hacia Novoprokopivka, al sur de Robotyne.
Con las fuerzas ucranianas enfrentándose ahora a la segunda línea de defensa, Kovalenko está seguro de que las tropas de Kiev empezarán a abrirse paso “en el futuro cercano, sin duda para finales de agosto”.
En las próximas semanas o meses, piensa el analista, Ucrania puede realizar progresos significativos en la zona. Entretanto, no se esperan grandes avances ni rusos ni ucranianos en otras zonas del frente, concuerdan tanto Kovalenko como Bielieskov.
En el norte, Moscú está ejerciendo presión hacia Kupiansk, en la región de Járkov, pero apenas ha realizado progresos de forma reciente, subraya Bielieskov.
Kovalenko dijo a EFE que, aunque Rusia ha concentrado allí importantes efectivos, sufriría pérdidas enormes incluso si lograra ciertos avances graduales.
Por otro lado, en Bajmut el equilibrio de fuerzas impide grandes movimientos, cree Bielieskov, aunque las fuerzas ucranianas sean capaces de realizar progresos “graduales” en el sur, según señala Kovalenko.
Al mismo tiempo, Ucrania necesita armas y munición adicionales, en un momento en el que está disparando entre 5 mil y 7 mil proyectiles al día mientras que Rusia usa entre 20 mil y 30 mil.
“Necesitamos de todo, absolutamente de todo”, responde Kovalenko a la pregunta de qué necesidades son más urgentes.
No obstante, menciona la importancia de los vehículos acorazados, ya que los combates futuros en la segunda línea de defensa serán “batallas de metal”, según dice.
“Nos faltaba equipamiento de desminado para superar la primera línea y vamos a necesitar tanques y otros vehículos de combate terrestres para romper la segunda”, remarca el analista.
En términos generales, sin embargo, cree que la contraofensiva está desarrollándose conforme a lo previsto, al igual que ocurrió en Jersón en 2022.
“Todavía queda suficiente hasta que empeore el tiempo, por ejemplo, en noviembre. Y hasta entonces pueden pasar muchas cosas”, afirma.
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