Tras lamentar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) haya fallado en la contención constitucional, el presidente Coparmex Colima, Eduardo Sánchez García, consideró que además de ser un atentado a la defensa de los derechos de las y los mexicanos, genera incertidumbre a los inversionistas en el país.
Lo anterior luego de que ayer quedara firme la reforma al Poder Judicial, pues el pleno de la SCJN determinó desestimar las acciones de inconstitucionalidad presentadas por la oposición contra la reforma del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
“Era el último recurso que protegería a las y los mexicanos ante la centralización de poder del partido en el Gobierno (Morena), lo lamentamos porque esto no solamente es un atentado a la libertad y a la defensa de los derechos de las y los mexicanos en cuanto al tema de la supremacía constitucional. Cada ciudadano podíamos ejercer el derecho de ampararnos, el derecho de poner en análisis y revisión los cambios a la Constitución y cómo éstos tienen un impacto en la defensa de las libertades de las y los ciudadanos mexicanos; también es una mala señal que mandamos a las y los inversionistas”, expresó.
Eduardo Sánchez indicó que la centralización del poder no es una señal de certeza jurídica para las inversiones en nuestro país.
La reforma constitucional ahuyenta nuevas inversiones, pero también afecta a las y los inversionistas quienes ya están instalados en el país, apuntó el dirigente empresarial.
“Todo lo que está ocurriendo con estos cambios constitucionales que está haciendo Morena y sus aliados ponen en mucho riesgo el esquema de inversión para cualquier empresa, lo que vemos ante esta centralización de poder, la votación arrasadora en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, en donde están cambiando las reglas del juego y con ello atentan contra la libre empresa, contra las libertades de los ciudadanos para emprender negocios”, añadió.
El dirigente empresarial dijo que en los gobiernos de Morena se han visto ya muchos cambios que han afectado al sector productivo. “La señal que estamos mandando no es la que nos pueda llevar a aprovechar las oportunidades que el nearshoring nos traía”, finalizó.