Un golazo de Jamal Musiala en el ecuador de la primera parte propició el despegue del Bayern en St. Pauli y un acelerón en la Bundesliga que mantiene al conjunto de Vincent Kompany como líder en solitario de la clasificación.
Ya sin sentir el aliento del Leipzig, que hasta la semana pasada mantenía un mano a mano con el club bávaro, el Bayern sacó adelante un nuevo partido, ante un recién ascendido, sin la brillantez de antaño, pero impulsado por la calidad que aún conserva un plantel consolidado.
La cuarta victoria consecutiva del Bayern, que suma 8 y 2 empates en los 10 encuentros seguidos, apuntalan la condición de líder del combinado muniqués que el pasado miércoles dio un paso al frente en la Liga de Campeones al vencer al Benfica.
No plasmó la enorme distancia que se presume en un cara a cara entre el líder y un recién ascendido que, además, está amenazado por la parte baja de la clasificación. Es cuarto por la cola el equipo de Alexander Blessin que nunca perdió la cara al partido.
Menos aún cuando se vio con el marcador en contra, a los 20 minutos. El Bayern se puso por delante con un zapatazo lejano en una acción en la que todo el mérito fue suyo. Robó el balón en la línea de 3 cuartos, avanzó unos metros y ejecutó un tiro imposible para Nikola Vasilj.
El St. Pauli tiró de energía y empeño impulsado por su afición pero sostenido por la inspiración de su portero. Nikola Vasilj salió al paso de cada ocasión de Harry Kane y, especialmente, de Leroy Sane el jugador que más peligro creo durante el partido.
El St.Paoli, que tuvo solo un 20% de la posesión por el 80% del Bayern, mantuvo el tipo para llegar al tramo final con opciones. Sin embargo, le faltó calidad y físico para inquietar de verdad al equipo de Kompany que cerró, con más apuros de los previstos, un nuevo compromiso con éxito.
El Bayern erró goles cantados, ocasiones increíbles sobre todo de Musiala y Kane para alargar su renta. Pero le bastó con el obtenido en la primera mitad para sellar el éxito y alargar su condición de líder del torneo.