El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, alertó a Costa Rica de “síntomas” de criminalidad similares a los que enfrentó su país al inicio del fenómeno de las pandillas y sugirió reformas al sistema carcelario para que el Gobierno tenga el control total.
Este martes, Bukele y el mandatario costarricense Rodrigo Chaves hicieron un recorrido por el Centro Penitenciario La Reforma, la principal cárcel de Costa Rica con 8,700 presos. Luego el gobernante salvadoreño se comprometió a entregar próximamente un documento formal de “diagnóstico”.
“Costa Rica es una joya en América Latina en todo sentido y deben cuidarla. Están teniendo los síntomas que El Salvador tuvo en los años 90 y están a tiempo de hacer lo que pudimos haber hecho en los años 90, que no fue tan duro como lo que tuvimos que hacer en el 2022”, expresó Bukele en una conferencia de prensa en la que hizo referencia a su plan contra las pandillas.
El mandatario salvadoreño, que este martes culmina una visita de 2 días a Costa Rica, dijo que esa operación de seguridad ha sido “la más exitosa en la historia de la humanidad” y afirmó que para combatir la criminalidad “se necesita tener a todos los órganos del Estado, a los actores políticos, la sociedad y a los medios de comunicación al unísono apoyando”.
En la actualidad, Costa Rica registra la mayor cantidad de homicidios en su historia con 907 en 2023 y 760 en lo que va del 2024. Las autoridades atribuyen más del 60% de los homicidios a sicarios en el marco de luchas entre bandas narcotraficantes.
El presidente Chaves ha criticado constantemente al Poder Judicial y a la Asamblea Legislativa y les ha responsabilizado del incremento de la criminalidad por la aplicación o aprobación de leyes “blandas”, por no endurecer la prisión preventiva, por liberar sospechosos o reducir condenas.
Tras el recorrido en el centro penal, Bukele afirmó que “evidentemente los presos en Costa Rica tienen muchos más derechos que en El Salvador” y calificó como “inmoral, antiético y carente de justicia” que el gasto mensual en un privado de libertad sea mayor al de un salario mínimo de un trabajador.
“Con la humildad del caso, si en algo podemos ayudar es que el sistema penal debe reformarse y es importante que el sistema penal debe ser completamente controlado por el Gobierno. El sistema judicial decide si una persona es inocente o culpable, pero una vez declarado culpable y sentenciado, debe ser el Gobierno el que debe administrar esa pena”, afirmó Bukele.
El mandatario salvadoreño recordó que durante su Gobierno se construyó la cárcel más grande de Latinoamérica, con capacidad para 40 mil reclusos, con un “costo bajísimo” de 115 millones de dólares y diseñada por el propio Gobierno.
Este centro penal ha sido criticado por organizaciones defensoras de derechos humanos por las condiciones en las que están los reclusos y porque allí habrían miles de personas inocentes.
Bukele afirmó este martes que las críticas provienen de organizaciones integradas por opositores a su Gobierno.
“Los derechos humanos son para todos, incluyendo los delincuentes, pero no todos los derechos son iguales ni todos los recipientes de esos derechos son iguales. No es lo mismo el derecho de la mujer asesinada y violada al derecho del violador y el asesino”, apuntó.