Las terapias con células CAR-T ofrecieron buenos resultados en los cánceres de la sangre, pero no en los tumores sólidos. Ahora, un equipo de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) ha probado con éxito esta inmunoterapia en un pequeño ensayo clínico para tratar tumores cerebrales infantiles incurables.
Estos resultados preliminares, con 11 niños y jóvenes afectados con un glioma difuso de línea media, se publican en la revista Nature. El tratamiento con células inmunitarias redujo el tamaño de los tumores cerebrales infantiles, restableció la función neurológica y, en el caso de uno de los participantes, borró todo rastro detectable de un cáncer cerebral considerado incurable.
El ensayo clínico en fase 1, uno de los primeros realizados “con éxito” contra tumores sólidos con células CAR-T, “ofrece esperanzas” a niños con un grupo de tumores cerebrales y medulares mortales, entre ellos el glioma pontino intrínseco difuso (DIPG, en sus siglas en inglés), afirman los autores.
Los gliomas difusos de la línea media, que pueden crecer en el cerebro o la médula espinal, se diagnostican en unos cientos de niños y adultos jóvenes en EUA cada año, y tienen una supervivencia media de aproximadamente un año.
La radioterapia solo ofrece un alivio temporal y no existen fármacos quimioterápicos eficaces; los tumores no pueden extirparse quirúrgicamente.
El DIPG, el subtipo de enfermedad que se produce en el tronco encefálico, tiene una tasa de supervivencia a 5 años inferior al 1%. A medida que los tumores progresan, causan una profunda discapacidad.
El tratamiento con células CAR-T, cuyo nombre completo es terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos (abreviado como CAR-T por el nombre en inglés), consiste en modificar en el laboratorio las células inmunitarias linfocitos T (los glóbulos blancos) de la persona enferma para que sean capaces de reconocer y combatir, en el caso del cáncer, las células tumorales.
El tipo de CAR-T utilizada en este ensayo se desarrolló en Stanford Medicine. En 2018, el equipo de Michelle Monje descubrió que las células tumorales de DIPG y otros gliomas difusos de la línea media producen una gran cantidad de un marcador de superficie llamado GD2.
El grupo ya había diseñado células CAR-T para dirigirse a GD2, que se encuentra en algunos otros cánceres. Los investigadores demostraron primero que las células CAR-T dirigidas a GD2 erradicaban los tumores de DIPG en modelos animales y ahora han probado la terapia en humanos.
Uno se encuentra sano 4 años después
De los 11 participantes que recibieron células CAR-T en el ensayo, 9 mostraron beneficios, quienes experimentaron una mejora funcional de las discapacidades causadas por su enfermedad -como caminar-.
El volumen de los tumores de 4 de ellos se redujo en más de la mitad y un participante tuvo una respuesta completa, lo que significa que su tumor desapareció de los escáneres cerebrales. Aunque es demasiado pronto para decir si está curado, se encuentra sano 4 años después del diagnóstico.
Los voluntarios vivieron una media de 20.6 meses tras el diagnóstico y 2 de ellos más de 30 meses.
El joven que continúa vivo recibe aún dosis de células CAR-T cada pocos meses. Está en la universidad y, aunque sigue teniendo parálisis facial izquierda, puede volver a andar y correr, y su audición y sentido del gusto han mejorado, detalla el comunicado.
Para Michelle Monje, “se trata de una enfermedad universalmente letal para la que hemos encontrado un tratamiento que puede causar regresiones tumorales significativas y mejoras clínicas”.
“Aunque todavía queda mucho camino por recorrer para averiguar cómo optimizar este tratamiento para cada paciente, es muy emocionante que un paciente haya obtenido una respuesta completa. Tengo la esperanza de que se haya curado”.