A través de un chatbot de WhatsApp, investigadores colombianos buscan ayudar a quienes tienen síntomas de ansiedad y depresión. Eso lo compartió Marcela Tabares en la conferencia “Un amigo virtual en tu WhatsApp: chatbot para detección de ansiedad, depresión e ideas de suicidio en los municipios ZOMAC”.
La conferencia se impartió de manera virtual en la Biblioteca de Ciencias de la Universidad de Colima (UdeC) como parte del segundo coloquio de estancias posdoctorales en Ciencias Biomédicas 2024 “Difuciencia”, que organizó el Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas (CUIB).
El municipio ZOMAC es una localidad en Colombia designada como una de las Zonas Más Afectadas por el Conflicto Armado. Esa clasificación, establecida por el Gobierno colombiano, identifica a 344 municipios que han sufrido significativamente debido al conflicto armado en el país. El propósito de ese nombre es promover el desarrollo económico y social en esas áreas mediante incentivos y beneficios tributarios para empresas y nuevas sociedades que operen allí.
Marcela Tabares, quien realiza una estancia posdoctoral en la Universidad de Caldas, Colombia, compartió en su conferencia en línea, que el proyecto se centra en apoyar a las Zonas Más Afectadas por el Conflicto Armado (ZOMAC), sobre todo las rurales, donde hubo desplazamiento forzado, conflictos de narcotráfico y enfrentamientos.
Dijo que las personas que viven en esas zonas presentan estrés postraumático, síntomas depresivos y ansiedad. “Ellas vivieron estos conflictos, y se ha visto que las generaciones siguientes también presentan este problema de salud mental”. Si bien el Gobierno cubre gastos para la atención de salud mental, compartió que muchas de estas zonas presentan diversas barreras como la falta de hospitales, el estigma que se tiene sobre la salud mental, el aislamiento geográfico y los altos índices de pobreza.
De acuerdo con Marcela Tabares, diversos estudios han probado que ciertas tecnologías como los chatbots (chats generados por inteligencia artificial que simulan tener una conversación), brindan mayor facilidad para que los jóvenes expresen cómo se sienten, lo que ayuda a reducir los estigmas sobre la salud mental. Asimismo, dijo que la ventaja de utilizarlas es que ofrecen intervenciones de apoyo psicológico 24/7, usan lenguaje natural y son económicas. “Esto permite que más personas reciban ayuda, independientemente de su ubicación o su situación económica”, enfatizó.
Después de analizar distintos chatbots, desarrollaron “Un amigo virtual en tu WhatsApp”, el cual se basa en el modelo de inteligencia artificial de chat GPT, para la detección de síntomas de ansiedad y depresión y la generación de alerta en caso de ideas de suicidio. “Se implementa en jóvenes de 18 a 28 años en un municipio ZOMAC, que se llama Samacá”.
“No queríamos que la persona descargara una aplicación, ya que la mayoría no sabe cómo se usa el WhatsApp; entonces, primero realizamos una sensibilización ante el tema de la salud mental y después co-creamos esta chatbot junto con jóvenes, es decir, desde cómo les gusta ser llamados y cuáles son sus colores preferidos”, compartió.
Ese chatbot, continuó, “está hecho con cuestionarios como PHQ-9 y GAD-7, que ayudan a realizar el diagnóstico inicial y el seguimiento de síntomas; el chatbot asume el rol de un amigo para que brinde espacio seguro, además, genera alertas automáticas cuando identifica una serie de frases o palabras que validamos con el equipo de psiquiatría y que se relacionan con suicidio”.
Esas herramientas -precisó- “buscan que haya una reducción de los tiempos de respuesta y disponibilidad continua para que los jóvenes accedan a esta asistencia sin restricciones”. Además, dijo que el chatbot evita que la acción sólo sea conversacional, ya que les sugiere a los participantes ejercicios de respiración, salir a caminar, mirar al cielo e indicaciones para que salga de una situación de crisis.
La joven investigadora compartió que algunos resultados de esa investigación muestran que los jóvenes están dispuestos a usarlos y que les generan confianza. “Con base en estos primeros resultados hemos realizado ajustes y mejoras. A futuro, buscamos incrementar la tasa de atención temprana, establecer alianzas con organizaciones locales, escuelas, y que se haga un uso de las alertas para que lleguen a una institución de salud o al especialista”, explicó.
Marcela Tabares realiza esa estancia posdoctoral a través de la Convocatoria Orquídeas, que financia estas estancias para mujeres en la ciencia. En este proyecto también participan Paula Carmona y Camilo Varela.