Estados Unidos atribuyó a la falta de compromiso político por parte del líder sirio, Bachar al Asad, el hecho de que facciones rebeldes proturcas hayan tomado control de gran parte de la ciudad de Alepo, la más poblada del país.
“La continuada oposición del régimen de Asad a iniciar un proceso político delineado en la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas 2254 y su dependencia de Rusia e Irán han creado las condiciones de lo que ahora tiene lugar, incluido en colpaso de las líneas del régimen de Asad en noroeste de Siria”, indicó en un comunicado el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
La Casa Blanca también rechazó que tenga nada que ver con esta ofensiva y urgió a las parte reducir la escalada, proteger civiles y minorías e inciar un “proceso político serio y creíble que ponga fina a esta guerra civil de una vez por todas”.
Estados Unidos aseguró que seguirá operando en Siria para defender a su personal y sus posiciones militares dentro del país y para asegurarse que el Estados Islámico (EI), que en 2014 alcanzó preocupantes niveles de control territorial, no vuelve a resurgir.
La alianza islamista Organismo de Liberación del Levante y facciones armadas respaldadas por Turquía afianzaron el control de casi toda la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, y de la provincia vecina de Idlib tras cuatro días de ofensiva contra el Ejército del presidente sirio, Bachar al Asad.
La ofensiva, lanzada el pasado miércoles tras días de intensos bombardeos contra el bastión de las facciones proturcas, Idlib, ha provocado hasta el momento un saldo de unos 350 muertos en ambos bandos, entre los que se encuentran una cuarentena de civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.