La anexión de Groenlandia a Estados Unidos “no es una buena idea” y “no se va a producir”, afirmó este miércoles en París Antony Blinken, el jefe de la diplomacia estadounidense hasta la entrada en funciones el próximo día 20 del presidente electo, Donald Trump.
En una conferencia de prensa conjunta con el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, Blinken se esforzó por descartar ese escenario planteado por Trump, que en una comparecencia el martes no quiso descartar el recurso a la fuerza para incorporar a Estados Unidos ese territorio danés.
“No merece la pena dedicar tiempo a esa cuestión porque eso no va a ocurrir”, replicó cuando se le preguntó una segunda vez.
El secretario de Estado estadounidense insistió en que “obtenemos mejores resultados cuando colaboramos con nuestros aliados” y en que lo importante es consolidar esas alianzas.
A ese respecto, se jactó de que “ahora estamos en mejor situación que cuando entré en funciones”, lo que ocurrió en enero de 2021 cuando el demócrata Joe Biden sucedió en la Casa Blanca al republicano Donald Trump.
El ministro francés de Exteriores también coincidió en que Estados Unidos no va a invadir Groenlandia, pero según su análisis intervenciones como la de Trump ilustran que entramos en una época en la que lo que prima es “la ley del más fuerte” y que, aunque la Unión Europea ya se ha reforzado, “tiene que ir mucho más lejos” y despertar.
Barrot descartó con ironía que la entrada en funciones del nuevo presidente estadounidense vaya a poner en peligro las relaciones entre Washington y París.
Tras recordar que la amistad entre los 2 países tiene más de 2 siglos de historia, señaló: “Hemos sobrevivido a 59 elecciones estadounidenses. Sobreviviremos a la número 60”.