El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, su homólogo filipino, Ferdinand Marcos Jr., y el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, reafirmaron su cooperación trilateral durante una llamada telefónica, con especial énfasis en la seguridad marítima meses después de formalizar una alianza a 3 bandas.
Los mandatarios “reafirmaron su compromiso de reforzar la cooperación en áreas como el crecimiento económico, las tecnologías emergentes, la acción por el clima, la energía limpia y la seguridad regional”, afirmó el palacio presidencial de Filipinas en un comunicado.
Biden subrayó el progreso realizado entre los 3 países “especialmente en materia de seguridad marítima, seguridad económica y colaboración tecnológica”, según la nota.
Por su parte, Marcos Jr. llamó a “mantener y mejorar” la cooperación entre Filipinas, EUA y Japón, e Ishiba pidió apoyar “el fortalecimiento de los lazos” entre los 3 países.
La llamada trilateral cobró especial relevancia al tener lugar días antes de que el presidente electo estadounidense, Donald Trump, asuma el cargo el próximo 20 de enero.
Un regreso al poder que ha suscitado inquietud sobre las futuras políticas de Washington en Asia y frente a China, después de que Biden haya destacado el Indopacífico como prioritario durante su mandato.
Estados Unidos, Japón y Filipinas celebraron el pasado abril en Washington una cumbre trilateral durante la que buscaron una mayor cooperación en tecnología, infraestructuras y seguridad marítima, ante la creciente hegemonía de China en el Indopacífico.
Biden avaló así a sus aliados frente a la disputa soberanista de Pekín con Tokio por las islas Senkaku (Diaoyu para China) en el mar de China Oriental, y con Manila por varios atolones en el mar de China Meridional, conflictos motivados por recursos pesqueros, de gas y petróleo.
Pekín convocó en respuesta al embajador filipino y al ministro consejero de la embajada japonesa en China para protestar por el comunicado conjunto.
Durante la llamada telefónica trilateral de hoy, los líderes de los 3 países “repasaron los importantes progresos realizados” desde la cumbre del pasado abril, según el comunicado de la oficina presidencial filipina.