El académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima (UdeC), Walter Abraham Serrano Moreno, explicó en entrevista que la pérdida de peso y el cambio hacia un estilo de vida saludable no son procesos inmediatos ni mágicos, sino que requieren tiempo y una transformación emocional y conductual.
“El proceso de pérdida de peso no es magia ni ocurre de un día para otro; puede tomar más o menos tiempo dependiendo de cómo la persona gestione sus emociones y actitudes frente a este cambio”, señaló Serrano Moreno, nutriólogo y antropometrista certificado por la Sociedad Internacional para el Avance de la Cineantropometría (ISAK).
El especialista destacó que, aunque actualmente existe una mayor conciencia sobre la importancia de la salud, este cambio no debe limitarse al inicio de año ni al periodo posterior a las festividades decembrinas: “Estar saludable no es un acto de enero, sino un compromiso de los 12 meses del año”.
Información en redes sociales: una herramienta con riesgos
Serrano Moreno reconoció que las redes sociales han sido una fuente de información clave para generar mayor conciencia sobre la salud, pero advirtió que el exceso de contenido puede causar confusión: “Nos encontramos con el mismo problema de hace algunos años, cuando no sabemos discernir entre lo correcto y lo falso. Es en el ‘cómo hacerlo’ donde estamos fallando”, subrayó.
El académico señaló que, para que el cambio hacia un estilo de vida saludable sea exitoso, es necesario abordarlo desde una perspectiva inter y transdisciplinaria que integre aspectos médicos, psicológicos, nutricionales y físicos.
“En la medida en que pongamos atención a cada una de estas áreas podemos implementar cambios asertivos. Lo importante es que la persona aprenda a tomar decisiones basadas en este conocimiento; es decir, que coma para nutrirse y no solo para llenarse; es calidad, no cantidad”, enfatizó.
Walter Serrano explicó que muchas personas relacionan las dietas con restricciones extremas y sufrimiento, lo que las lleva a abandonarlas año tras año. Además, suelen depositar la responsabilidad de su proceso en su nutriólogo, sin asumir un papel activo en sus logros: “Nuestro trabajo es ayudarles a apropiarse de su proceso y disfrutarlo, reconociendo los pequeños grandes avances que día a día pueden notar, como mayor energía, mejor calidad del sueño o mejoras en su sistema gastrointestinal y de defensa”.
El seguimiento más allá de los números
Como especialista, Serrano Moreno realiza un seguimiento numérico del peso, perímetros, pliegues y composición corporal, pero aclaró que el verdadero cambio radica en los logros cotidianos: “Si solo nos enfocamos en el peso y los números, perdemos de vista los grandes avances que realmente motivan a las personas”.
En los casos donde los pacientes no perciben estos cambios a pesar de ser evidentes, recomendó la intervención de un psicólogo para identificar aspectos conductuales o internos que podrían estar bloqueando la percepción de progreso: “La mente juega un papel crucial en este proceso”, dijo.
El académico sugirió aprovechar el inicio del año como un buen momento para realizar cambios conductuales, pero advirtió contra las expectativas poco realistas: “Es importante que estos cambios sean sanos y alcanzables, y que no caigamos en el error de esperar magia en semanas o tratar de revertir años de hábitos negativos de la noche a la mañana”.
Finalmente, Serrano Moreno comentó la importancia de inculcar en sus estudiantes de la UdeC una visión empática y multidisciplinaria en su labor. “Las personas que atenderán en consulta sienten, piensan y no son robots. No podemos asumir que todos tendrán el mismo patrón conductual, por lo que es esencial abrir el trabajo a otras áreas para un enfoque integral”, concluyó.
