El inicio de un segundo periodo rectoral es un momento significativo en la vida de cualquier institución educativa. Para la Universidad de Colima se nos marca una oportunidad de consolidación y renovación. La ceremonia en la que el Rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño asumió esa responsabilidad al frente de nuestra Máxima Casa de Estudios no solo reafirma su liderazgo, sino que también traza un camino claro hacia el futuro.
En su discurso, cargado de visión y compromiso, el Rector nos presentó un Programa de Gobierno Universitario que es mucho más que un conjunto de propuestas; es una hoja de ruta que reconoce los desafíos actuales y propone soluciones basadas en principios como la inclusión, la sostenibilidad y la excelencia. Con ello, la Universidad de Colima se compromete a ser un agente activo de transformación social.
La gestión rectoral anterior dejó claros avances: la ampliación de la oferta educativa presencial y digital, el impulso a la investigación científica, y la promoción de proyectos como la reforestación comunitaria y la gestión ambiental. Sin embargo, el Rector ha sido enfático en señalar que aún queda mucho por hacer. El compromiso de esta nueva etapa se centra en fortalecer los logros alcanzados y, al mismo tiempo, responder a las demandas de una sociedad en constante evolución.
La educación humanista y pertinente se posiciona como eje central, reconociendo que las personas son el núcleo del proceso educativo. La flexibilidad de los planes de estudio, el acompañamiento integral a los estudiantes y el fortalecimiento del personal docente son estrategias clave para garantizar que nuestra Universidad forme ciudadanos críticos, responsables y preparados para los retos de un Mundo globalizado.
En el ámbito de la investigación, se priorizará la atención a problemas locales y globales con un enfoque innovador, alineado a sectores estratégicos como la sostenibilidad, la ciberseguridad y la salud. Ese esfuerzo no solo contribuirá al desarrollo científico, sino también al bienestar común y al diseño de políticas públicas más efectivas.
El énfasis en la extensión universitaria como herramienta de vinculación con la sociedad y en la gobernanza participativa como modelo de gestión institucional, refleja una visión integral donde la Universidad se proyecta como un espacio dinámico, incluyente y orientado hacia el progreso colectivo.
En ese marco, la digitalización y la internacionalización no son solo aspiraciones, sino pilares fundamentales para construir una Universidad que trascienda fronteras. El uso de tecnologías avanzadas y la cooperación solidaria con otras instituciones garantizan que la Universidad de Colima sea un referente educativo y científico, tanto a nivel nacional como internacional.
Finalmente, destaca el compromiso con una cultura de paz, la igualdad de género y la sostenibilidad ambiental. Esas acciones son fundamentales no solo para nuestra comunidad universitaria, sino para toda la sociedad, que necesita ejemplos claros de responsabilidad y liderazgo ético.
Hoy, la Universidad de Colima reafirma su papel como un motor de cambio y una fuente de esperanza. Como bien lo expresó el Rector, este es un llamado a todas y todos los integrantes de la comunidad universitaria para sumar esfuerzos, inspirar transformación y abrir caminos hacia un mejor mañana. En ese proyecto colectivo, la Universidad no solo se adapta al presente, sino que se anticipa al futuro, con la certeza de que educar y transformar son acciones que nunca se equivocan.
Que este segundo periodo rectoral sea una etapa de consolidación, innovación y orgullo para nuestra Máxima Casa de Estudios. Porque juntos, quienes formamos parte de la Universidad de Colima, seguimos construyendo un porvenir lleno de oportunidades y logros.
