El Atlético de Madrid consiguió este sábado una victoria vital por 2-0 contra el Mallorca, en un partido en el que sufrió más de lo esperado, pero que le permite mantenerse en la lucha por LaLiga.
La jugada clave de la noche llegó con un pase de Giuliano Simeone, 1 gol de Samuel Lino y 1 golazo de Antoine Griezmann en el tiempo añadido.
La victoria fue esencial no solo para el presente del equipo, sino también en el contexto del próximo derbi contra el Real Madrid, que se disputará el sábado en el Santiago Bernabéu. Este triunfo también coincidió con el partido número 500 de Simeone al mando del Atlético y el undécimo aniversario del fallecimiento de Luis Aragonés, una leyenda del club.
El encuentro comenzó complicado para los rojiblancos, con el Mallorca defendiendo con 5 defensores y 3 líneas compactas. Giuliano Simeone, que no rotó, mostró su velocidad y visión para asistir a Lino, quien marcó el primer gol con un certero zurdazo. En un momento de irregularidad para Lino, el gol representó una reivindicación personal.
En la segunda mitad, el Mallorca reaccionó y estuvo cerca del empate. El Atlético se vio presionado por varias llegadas del equipo visitante, incluyendo 2 disparos al larguero de Sergi Darder y un cabezazo de Muriqi. Simeone movió piezas, introduciendo a Griezmann y Gallagher para darle más frescura al equipo y asegurar la victoria.
El gol de la tranquilidad llegó al final, cuando Griezmann, con un sublime gol de vaselina, selló el 2-0. Un triunfo importante, que deja al Atlético listo para afrontar los próximos retos, entre ellos la Copa del Rey y el crucial derbi en LaLiga contra el Real Madrid.