La crisis del agua en Armería ha alcanzado niveles críticos, afectando a miles de habitantes que enfrentan cortes constantes en el suministro, denunció el regidor Luis Alberto Gama Espíndola, quien declaró que el problema no se debe solo a la sequía, sino también a la falta de inversión en infraestructura hidráulica, lo que ha convertido esa problemática en una de las principales preocupaciones del municipio.
A pesar de contar con mantos acuíferos subterráneos, dijo que la disminución de lluvias en los últimos años ha reducido drásticamente los niveles de agua, poniendo en riesgo el abasto para la población. Además, comentó el deterioro de la red de distribución, que lleva décadas sin recibir mantenimiento adecuado, ocasiona constantes fugas y desperdicio del recurso.
Gama Espíndola destacó que gran parte de la tubería en la cabecera municipal y en las comunidades cercanas es obsoleta, con fracturas y filtraciones frecuentes que agravan el desperdicio de agua.
“La falta de mantenimiento ha llevado al colapso de varias zonas de la red. No basta con administrar el recurso, es urgente rehabilitar y modernizar la infraestructura para garantizar el acceso equitativo al agua”, declaró el regidor.
Agregó que la crisis también se suma la carencia de nuevos proyectos de captación, ya que no se han perforado pozos estratégicos para abastecer las zonas más afectadas. Según especialistas, recordó el regidor, el municipio de Armería requiere un plan integral que incluya la perforación de pozos a mayor profundidad, un manejo más eficiente de las fuentes existentes y estrategias para el uso responsable del recurso.
Ante esa situación, Gama Espíndola instó a que el acceso al agua sea una prioridad en el presupuesto municipal, incluso antes de destinar recursos a otros proyectos de infraestructura.
“Antes de cualquier inversión en pavimentación o alumbrado, lo fundamental es garantizar el suministro de agua para todos los habitantes. Sin agua, ninguna comunidad puede desarrollarse”, afirmó el regidor.
Finalmente, advirtió que, si no se toman medidas inmediatas, el problema podría agravarse en los próximos meses, afectando aún más a las comunidades rurales y a sectores económicos clave como la agricultura y el turismo.