El grupo de trabajo creado por el Gobierno de Chile para vigilar las políticas económicas adoptadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió por segunda vez tras su creación a finales de enero con la eventualidad de la imposición de aranceles al cobre como principal y gran preocupación.
Una opción que inquieta sobremanera al país suramericano, ya que Chile es el mayor productor del mundo y proporciona a Estados Unidos cerca del 70% de esta materia prima, sobre todo desde que el mandatario norteamericano ordenara revisara las importaciones del llamado “oro rojo” y su impacto en la seguridad nacional.
“Durante el encuentro, se analizaron los alcances de la instrucción ejecutiva del presidente Trump para realizar una investigación sobre las importaciones de cobre y su impacto en la seguridad nacional de los Estados Unidos”, explicó la cancillería chilena en un breve comunicado oficial.
A la cita acudieron el canciller, Alberto Van Kleberen; el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y la ministra de Minería, Aurora Williams, además de la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Claudia Rodríguez; la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza -de forma telemática desde Oriente Medio, donde se encuentra de visita oficial-, y el presidente del Directorio de la Corporación nacional del Cobre (Codelco), Máximo Pacheco.
“Fue realmente una reunión muy interesante”, dijo Van Kleberen, quien quiso aclarar que el anuncio de Trump sobre el futuro de las importaciones “no significan un arancel, (si no) que es una medida que apunta a la realización de una investigación respecto del abastecimiento de cobre al mercado de Estados Unidos”.
“Chile ha sido un proveedor tradicional de cobre a Estados Unidos, ha sido un proveedor fiable y la verdad es que nuestra relación económica se enmarca también en una relación de muchos años y estamos muy atentos al avance de esa investigación y obviamente vamos a aportar a través de nuestra embajada todos los antecedentes que sean necesarios y hablar con los distintos actores que están en este mercado del cobre de Estados Unidos”, subrayó.
La ministra de Minería recordó, por su parte, que Chile es un importante productor de minerales críticos y tiene una industria minera con una institucionalidad consolidada.
“Somos un socio confiable, un socio que es capaz de colocar minerales no solo en volúmenes adecuados, sino que además en términos de altos estándares”, con trazabilidad, defensa del medioambiente y “respeto irredento a los derechos humanos”, afirmó Williams.
Su colega de Hacienda insistió que la investigación especial que Donald Trump ha ordenado sobre las importaciones del cobre y su impacto en la seguridad nacional “no es en sí misma una medida comercial sino más bien un proceso de análisis de las características del abastecimiento de cobre hacia Estados Unidos”.