No bastó con la personalidad que mostró La Máquina para reponerse a un gol tempranero y para resistir cuando se quedó con 10 jugadores, no cuando Charlie Rodríguez mete el codazo más innecesario y perjudicial o cuando el portero Sebastián Jurado regala 3 despejes y en 2 de ellos recoge el balón de su red.
De acuerdo con la crónica de Reforma, ser cruzazulino es abrazar la tragedia. Al 4’ ya perdían tras el gol de Julián Quiñones, pero Cruz Azul no se desmoronó, al contrario, Carlos Rotondi mareó a Miguel Layún y Uriel Antuna mostró lo lento que es Israel Reyes y Cambindo mandó al suelo a Sebastián Cáceres. El golazo de Rotondi cayó como por inercia, claro, después hay que poner la pelota en el ángulo.
La expulsión de Charlie tampoco puso a temblar a los cementeros: 3 gritos de Carlos Salcedo y el equipo siguió dominando al América. Entonces Jurado, el único que desentonaba en personalidad, regaló la pelota previo a los golazos de Richard Sánchez y Brian Rodríguez, en los que tampoco hubo un contención para impedirlos.
Reforma relata que a la afición (mayoría cruzazulina entre los 35,600 asistentes) no se le escaparon los yerros de Jurado. Desde que regresó a la cancha para el segundo tiempo fue abucheado.
Después, añade el medio nacional, los cementeros se ordenaron y eso bastó para equilibrar el partido ante un América confundido, que se irá a la Fecha FIFA y al partido contra Chivas con un triunfo más por los yerros del rival que por el futbol propio.
Y el América que parecía perdido en el torneo, el que hace un año le metió 7-0 a Cruz Azul y 3-1 el torneo pasado, revivió por enésima vez a costa de unos cementeros que se sabotean en todos los niveles.
El América llega a 11 puntos en el torneo, mientras que Cruz Azul se quedó con 4.
