El café literario “Noche de Encaladillas”, que se realiza todos los martes a las 7 de la tarde en el Museo Universitario de Artes Populares (MUAP), presentó esta semana el libro “Motolinía y Reforma. Crónica de un viaje”, de Carlos Enrique Tene Pérez.
Los comentarios de la obra fueron hechos por la periodista y comunicóloga Norma Gutiérrez Flores. Ella explicó que el libro evoca los recuerdos de un niño y su viaje a la Ciudad de México para conocer al presidente López Portillo, como premio por ser parte de los niños más aplicados de Colima: “El libro evoca recuerdos, risas y anécdotas de una infancia sana; es un diálogo interno con ese niño que todos llevamos dentro”, contó.

Entre las anécdotas, Norma Gutiérrez dijo que se encuentra el día que juntaron a todos los niños y niñas en el Edificio Cázares para darles instrucciones sobre cómo ceder el paso a las niñas. “Esto hizo que las niñas tomaran cierto empoderamiento y también el autor tomó conciencia de la importancia de la equidad de género”.
Finalmente, Norma invitó a los jóvenes asistentes a escribir: “No minimicen lo que hagan a lo largo de su vida, escriban y plasmen en un trabajo que les sirva para reflexionar sobre su propia vida. El niño Carlos Enrique guardó todas las historias que escribió y el hecho de que ahora de adulto las haya recuperado y compartido, nos enseña que debemos recuperar a nuestro niño interior”, mencionó.


Carlos Enrique Tene agradeció al MUAP, a la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores (ACPE) y a su presidente, Roberto Godínez Soto, su apoyo y solidaridad para presentar el libro, así como la asistencia de familiares y amigos. “‘Motolinía y Reforma. Crónica de un viaje’ podría ser considerada una obra escrita por dos autores que han vivido en dos épocas distintas; por una parte, el niño que vive su presente y describe sus momentos en la época en que ocurrieron, y por otro lado, el adulto que escribe mucho tiempo después para agregarle el contexto”, dijo.
Por último, el autor dijo que esta obra ha sido para él “como haber emprendido un viaje en el tiempo; me dio la oportunidad valiosa de regresar para volver a encontrarme con el niño que escribió la mayor parte de su contenido. Traer a la luz esta obra ha sido una deuda personal saldada; es el homenaje a un niño con la capacidad de asombro, de inocencia, a ese niño que pudo reflejar con sus escritos un México que ya no está presente, que ahora queda en el recuerdo”, concluyó.
