El neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck) conquistó su segunda Milán-San Remo, tras la lograda en 2023, al imponerse este sábado al esprint al italiano Filippo Ganna (INEOS Grenadiers), segundo, y al esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates), que como ya le ocurrió el pasado año tuvo que conformarse con la tercera plaza.
No fue por falta de empeño, ya que el corredor esloveno fue el encargado de dinamitar la carrera a menos de 25 kilómetros para la línea de meta con un violento ataque durante el ascenso a la Cipressa que dejó solos en cabeza a Pogacar, Van der Poel y Ganna.
El mejor cartel posible para jugarse la victoria en el primer “monumento” de la temporada, un titánico desafió de 289 kilómetros de recorrido que, como ya es costumbre, tuvo su momento culminante en el ascenso al Poggio.
Una subida de 3.5 kilómetros con un desnivel medio de 3.7% situado a poco más de 5 kilómetros de la línea de meta, en la que Mathieu van der Poel ya cimentó su victoria hace 2 años.
Algo que sabía a la perfección Tadej Pogacar que intentó descolgar al ciclista neerlandés no con uno, ni con 2, sino con hasta 4 acelerones durante la subida al Poggio.
Pero ni así logró el esloveno escapar de la vigilancia de un Mathieu van der Poel que no sólo resistió todas las embestidas de su rival, sino que tuvo fuerzas para contraatacar en los metros finales.
La misma táctica que le permitió alzarse con la victoria en 2023, cuando el neerlandés, tras sorprender a todos sus rivales con un acelerón en los metros finales a la subida al Poggio, logró abrir brecha en el descenso para cruzar en solitario la línea de meta.
Una estrategia que no le funcionó en esta ocasión a Van der Poel, incapaz de distanciarse de Pogacar y del italiano Filippo Ganna, que, pese a coronar al Poggio con 8 segundos de desventaja, nunca perdió de vista a la dupla de cabeza.
De hecho, Ganna fue recortando curva a curva su desventaja hasta alcanzar a Mathieu van der Poel y Tadej Pogacar cuando faltaban menos de mil metros para la meta.
Un tenso esprint en el que ninguno de los 3 parecía dispuesto a mostrar sus cartas antes de tiempo, convirtiendo por unos instantes la mítica Vía Roma en una se especie de velódromo.
Tensa espera que se encargó de romper Van der Poel con un ataque a 300 metros de la línea de meta, que, como explicó el propio ciclista neerlandés, sorprendió a sus rivales.
“Quizá les he sorprendido con ese ataque más largo, porque ellos seguramente creían apostaría por un esprint más corto”, indicó un exultante Mathieu van der Poel, que invirtió 6 horas 22 minutos 53 segundos en completar el recorrido.
Victoria que permitió al neerlandés, que cumplió 30 años el pasado mes de enero, conquistar su séptimo “monumento”, tras ganar 3 Tours de Flandes (2020, 2022 y 2024), 2 París-Roubaix (2023 y 2024) y 2 Milán-Sam Remo (2023 y 2025).