El gobierno de Ucrania condenó el ataque con misiles lanzado por Rusia contra una zona residencial en Sumi, que dejó más de 90 personas heridas, incluidas 23 menores de edad.
El ministro de Asuntos Exteriores, Andrí Sibiga, criticó a Moscú por hablar de paz mientras continúa bombardeando ciudades ucranianas. “Rusia debe dejar de bombardear en vez de hacer declaraciones vacías sobre la paz”, escribió en su cuenta de X. Según el Ayuntamiento de Sumi, el número de heridos ascendió a 94, de los cuales 71 son adultos.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, informó que la operación de rescate tras el ataque requirió la intervención de servicios de emergencia, policía y equipos médicos. Señaló que el impacto afectó una escuela y varios edificios residenciales, aunque destacó que los estudiantes lograron resguardarse en un refugio.
El bombardeo coincidió con una reunión en Arabia Saudí entre representantes de Rusia y Estados Unidos sobre un posible alto el fuego parcial. Moscú había anunciado que suspendería los ataques contra la infraestructura energética ucraniana tras una llamada entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la que acordaron un cese parcial de 30 días.
Ucrania acusó a Rusia de violar el acuerdo el mismo día en que fue declarado. Delegaciones de Kiev y Washington se reunieron en Riad para discutir los términos de una tregua y acordar qué objetivos deben quedar fuera de los ataques.