El Tribunal de Lo Penal de Roma condenó a cadena perpetua a un ciudadano argentino por el asesinato en 2019 de Fabrizio Piscitelli, conocido como Diabolik, quién era uno de los jefes de mayor peso de los aficionados del equipo de futbol Lazio y que también estuvo vinculado a la mafia y el narcotráfico.
La corte, tras más de 5 horas de deliberación, dictó sentencia de prisión de por vida para Raúl Esteban Calderón, a quién condena por haber sido el sicario que hace 6 años mató a Piscitelli de un tiro en la cabeza en el Parque de los Acueductos de Roma, informó la prensa italiana en relación a un caso que tuvo impacto en la ciudad por sus implicaciones con la afición ultra del Lazio y la mafia.
Aun así, los jueces no reconocieron el agravante de método mafioso por el condenado, como pedía la Fiscalía de Roma. Esta consideró que Piscitelli, vinculado al crimen organizado y al tráfico de drogas, fue asesinado por un ajuste de cuentas como parte de una disputa entre grupos criminales por el control del narcotráfico en la ciudad.
El condenado negó hasta ahora las acusaciones y asegura que es inocente, cómo recalcó en una declaración escrita en octubre pasado.
El fallo emitido es firme, aunque la Fiscalía podrá seguir investigando a los posibles autores intelectuales del asesinato, los cuáles todavía no fueron identificados.
Antes de morir asesinado, Piscitelli fue investigado por lazos con el narcotráfico e incluso fue relacionado con el caso de corrupción conocido como “Mafia Capital”, una red criminal que operaba en el ámbito empresarial y político de Roma y que se destapó en 2014.
Diabolik era también conocido por sus mensajes misóginos y antisemitas en el ámbito futbolístico, donde lideró a los aficionados ultras del Lazio, una de los grupos de aficionados en Italia históricamente asociados al ultranacionalismo y la extrema derecha.