El Gobierno de Japón celebró el acuerdo arancelario alcanzado entre Estados Unidos y China, que estabilizó los mercados financieros, aunque reafirmó que mantendrá su propio ritmo en las negociaciones bilaterales con Washington, aún sin un pacto concreto.
“Japón vigila con gran interés los desarrollos relacionados con los aranceles, incluido el anuncio de EUA y China, y tomaremos las medidas adecuadas mientras analizamos minuciosamente su influencia”, declaró el portavoz gubernamental Yoshimasa Hayashi en conferencia de prensa.
El acuerdo entre las 2 principales economías del mundo, efectivo desde el día 14, contempla una reducción mutua de aranceles del 115 % durante 90 días. En ese periodo, Estados Unidos aplicará un arancel del 30 % a las importaciones chinas, mientras que China mantendrá un 10 % a los productos estadounidenses. La tregua impulsó al índice Nikkei, que abrió con una subida superior al 2 %.
Tokio continúa sus propias conversaciones con Washington, centradas en la petición de Japón de quedar exento de los incrementos arancelarios impulsados por el presidente Donald Trump, especialmente el del 25 % a las importaciones de vehículos, que representan cerca del 30 % de las exportaciones niponas a Estados Unidos.
Los aranceles al sector automotriz han afectado gravemente a fabricantes japoneses. Mazda no ha publicado previsiones financieras por temor a pérdidas, mientras que Nissan ha ampliado su plan de despidos a unos 20 mil empleados a nivel mundial. La empresa prevé registrar pérdidas netas de entre 700 mil y 750 mil millones de yenes (4,731–5,070 mdd) en su último ejercicio fiscal, que cerró el 31 de marzo.
