Con la llegada de las primeras tortugas marinas a la playa de Boca de Pascuales, en Tecomán, vecinos de la comunidad han hecho un llamado urgente a las autoridades para evitar que saqueadores de nidos y vehículos todoterreno pongan en peligro la temporada de anidación.
María del Rosario Vargas Sánchez, comisaria de la localidad, explicó que ya se han observado los primeros ejemplares desovando en la playa. Ese fenómeno marca el inicio de una etapa clave que se extiende de mayo a noviembre y que requiere protección activa.
“El problema es que muchas personas no respetan. Se meten con camionetas, motos, y eso ahuyenta a las tortugas. Incluso hemos colocado señalamientos, pero no los respetan. Es un área federal protegida, y aun así entran como si nada”, lamentó la comisaria.
Aunque la comunidad ha colocado anuncios y se ha organizado para resguardar la playa, los esfuerzos no son suficientes. Las patrullas municipales brindan apoyo, pero su presencia es intermitente, lo que los invasores aprovechan para actuar.
“Sí vienen a dar rondines, y eso ayuda, pero en cuanto se van, vuelven a entrar vehículos. Por eso pedimos vigilancia constante, especialmente por las noches. Esta es una temporada clave, y sin presencia oficial, los saqueos de huevos se incrementarán”, advirtió Vargas Sánchez.
Los habitantes solicitan específicamente que la Guardia Nacional asuma la vigilancia de la playa, al tratarse de una zona federal cuya protección recae en su jurisdicción.
“No es una queja, es una súplica. Queremos que la Guardia Nacional venga y se quede. Esta es su tarea, y es ahora cuando más se necesita. Las tortugas apenas empiezan a llegar, pero a partir del 15 de junio el arribo será masivo, y no podemos darnos el lujo de estar desprotegidos”, subrayó la comisaria.
Las tortugas marinas, una especie en peligro de extinción, representan no solo un fenómeno natural único, sino también una responsabilidad compartida entre residentes y visitantes de la zona.
“No se trata solo de que las autoridades hagan su trabajo. También pedimos a la gente que visite la playa con respeto: que no entren con vehículos, que no toquen los nidos y que entiendan que, si no cuidamos hoy, mañana no habrá nada que ver ni conservar”, concluyó Vargas Sánchez.

