En Tecomán, Centros de Integración Juvenil (CIJ) reportó una disminución en la atención a personas consumidoras de tabaco tradicional, pero un preocupante incremento en el uso de vapeadores entre adolescentes y jóvenes del municipio.
María Eugenia González Ávalos, directora del CIJ en Tecomán, informó que durante los primeros 5 meses de 2025 se ha atendido a alrededor de 10 personas consumidoras de tabaco, con edades entre los 15 y 30 años, siendo la mayoría hombres. Sin embargo, destacó que el uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores es más frecuente en personas de entre 15 y 19 años, y que en ese caso el consumo se distribuye equitativamente entre hombres y mujeres.
“Sí hemos notado una baja en el consumo de tabaco convencional en comparación con años anteriores. Pero, en contraste, el uso de vapeadores entre jóvenes va en aumento, a pesar de estar prohibido y de los daños que se han identificado por el uso de estas sustancias”, señaló González Ávalos.
Una de las principales preocupaciones del CIJ es la baja percepción de riesgo entre la población joven respecto al uso de vapeadores. A pesar de las campañas y las alertas emitidas por autoridades sanitarias sobre los efectos nocivos de esos dispositivos, muchos jóvenes los consideran una alternativa “menos peligrosa” que el tabaco tradicional.
“Hay poca conciencia sobre los riesgos reales. Muchos creen que, al no quemar tabaco, el vapeador es inofensivo, cuando en realidad contiene sustancias químicas igual de dañinas e incluso adictivas”, advirtió la directora del CIJ.
Como parte de las actividades del Día Mundial sin Tabaco (31 de mayo), personal del CIJ realizó acciones preventivas en planteles educativos, entre ellos el Conalep Tecomán, donde trabajaron directamente con el alumnado para informarles sobre los riesgos del consumo de tabaco y vapeadores, además de promover estilos de vida más saludables.
“Buscamos generar conciencia desde la adolescencia. No se trata solo de decirles que está mal, sino de brindarles información real, clara y adaptada a su contexto”, comentó González.
Nuevas necesidades de atención
Aunque el número de usuarios atendidos por consumo de tabaco ha disminuido, el CIJ ha registrado un aumento de personas con problemáticas asociadas al consumo de otras sustancias, salud mental y situaciones de riesgo psicosocial, lo que plantea nuevos retos para la atención integral de la juventud.
“La demanda de atención no ha bajado, simplemente se ha diversificado. Los jóvenes siguen llegando, pero ahora con distintas necesidades: ansiedad, depresión, consumo de otras sustancias o conflictos familiares”, explicó la directora.
González Ávalos reiteró que el CIJ sigue trabajando en prevención, tratamiento y promoción de la salud emocional, especialmente en un contexto donde las nuevas formas de consumo y la desinformación representan riesgos importantes para la juventud.

