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COLUMNA: Ciencia y Futuro

Por Redacción Jun17,2025 #Opinión

Una mirada alternativa a la lírica náhuatl: Análisis gastronómico de los manuscritos de Cantares Mexicanos y los Romances de los Señores de la Nueva España

Por Doctor Alberto Peralta de Legarreta

El estudio de las culturas mesoamericanas y sus fuentes ha mantenido ocupadas a las personas investigadoras por siglos. Se trata de un objeto de estudio tan vasto y tan complejo que es posible abordarlo y analizarlo por múltiples vías y enfoques relacionados con disciplinas como la etnohistoria, la arqueología y la lingüística, entre muchas otras. Sin embargo, los estudios con enfoque gastronómico apenas han comenzado a dar sus primeros pasos y frutos. El caso de la lírica Náhuatl es representativa de cómo considerando enfoques novedosos, inter y multidisciplinarios, es posible abordar e interrogar a las fuentes para que provean nueva y complementaria información concerniente a la vida cotidiana, el simbolismo y la utilidad de ingredientes y alimentos preparados por las culturas del pasado.

El estudio de la literatura de los nahuas se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando comenzaron a publicarse fragmentos de documentos antiguos en los que se apreciaba lo que por entonces se consideró eran himnos y cantos poéticos de los aztecas. Esos vestigios literarios permitieron la identificación de 2 manuscritos primordiales y extensos, hoy conocidos como Cantares Mexicanos y Romances de los Señores de la Nueva España.

De acuerdo a los estudiosos, estos documentos se pueden relacionar con la producción del Colegio Imperial de la Santa Cruz de Tlatelolco, institución educativa del siglo dieciséis vinculada íntimamente con el cronista-etnógrafo, Fray Bernardino de Sahagún. Hoy se sabe que estos manuscritos contienen no sólo cantos sagrados y rituales, sino profundas reflexiones filosóficas, lírica melancólica y poesía en la que se aprovecha la naturaleza metafórica y simbólica de la lengua Náhuatl. A partir de las primeras décadas del siglo veinte los estudios sobre esta literatura nativa de México estuvieron en manos de pioneros como Ángel María Garibay Kintana y Miguel León-Portilla, entre muchos otros.

Por décadas el estudio tradicional –en cierto modo, oficial– de la lírica náhuatl se ha centrado en la estética, la métrica, el estilo, la temática y el simbolismo de los cantos, con lo que ha sido posible reestablecer parte del complejo pensamiento mítico de los pueblos mesoamericanos, así como su sensibilidad y sus preocupaciones filosóficas. Pero un análisis de los versos deja también a la vista la presencia de objetos tanto mundanos como míticos claramente relacionados con los alimentos y la cocina, y el enfoque gastronómico sobre estos documentos no se había ensayado hasta ahora.

En los cantos, lo comestible se asoma de manera persistente y en sus líneas es posible identificar ingredientes centrales de la milpa Mesoamericana como el maíz, diversos quelites y flores comestibles o enervantes, nopales, zapotes, xaltomates, mezquites, pulque, capulines, camote y cacao. También se aprecia una importante cantidad de animales pertenecientes a la ingesta nativa, como los acociles, varios insectos, axolotes, patos, caracoles, serpientes, ranas y renacuajos, pececillos, venados, conejos y codornices. El análisis permitió comparar diversas fuentes tempranas y fundamentales del mundo náhuatl para establecer el valor simbólico, alimentario y medicinal de muchos de los ingredientes mencionados.

Uno de los hallazgos más interesantes del estudio, que será publicado próximamente en la prestigiada revista Latin American Antiquity (https://www.cambridge.org/core/journals/latin-american-antiquity), de la Universidad de Cambridge bajo el título de “Lo comestible en la literatura lírica náhuatl del siglo dieciséis. Alimentación simbólica, transformación culinaria y consumo compartido en los manuscritos de Cantares Mexicanos y Romances de los Señores de la Nueva España”, es que en los cantos nahuas se mencionan también procedimientos ancestrales como la nixtamalización y la fermentación, así como los efectos sociales y rituales de la embriaguez. Ciertos cantos enfatizan, además, la importancia del banquete entre los nahuas, que percibían a la mesa como una ocasión feliz para compartir los alimentos y la bebida con las y los amigos o la familia, o bien, recordarlos si ya no estaban en este Mundo.

El estudio gastronómico de manuscritos de tradición mesoamericana se ocupará en lo futuro de otros documentos primordiales del siglo XVI como los Huehuetlahtolli o cantos de los ancianos y los confesionarios y doctrinas cristianas producidos en náhuatl por los primeros frailes franciscanos.

* Profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de Colima

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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