La Casa Blanca pidió a los medios de comunicación mayor rigor en la cobertura de la apertura de una investigación de juicio político contra el presidente, Joe Biden, con un documento que rebate las acusaciones republicanas y subraya que son “infundadas”.
Su mensaje llega un día después de que el líder de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, ordenara abrir esa investigación alegando que Biden aprovechó sus conexiones políticas para intervenir en los negocios en el extranjero de su hijo Hunter y beneficiarse de esas transacciones.
“Es hora de que los medios eleven su escrutinio de la Cámara de Representantes por abrir una investigación de juicio político basada en mentiras. Debería hacer saltar las alarmas de los medios que legisladores republicanos admitan que no hay ninguna prueba de que Biden hiciera algo malo, y mucho menos impugnable”, dijo ese documento enviado a la prensa por Ian Sams, portavoz del Ejecutivo.
Desde la Casa Blanca se alertó de que, en el actual panorama mediático, “donde cada día mentirosos y charlatanes venden desinformación en todas partes, desde Facebook a Fox”, las noticias que no ponen en evidencia la “falta de legitimidad” de las reivindicaciones republicanas y solo se hacen eco de estas últimas “solo generan confusión”.
“Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes deberían rendir cuentas por el hecho de que están avanzando hacia un juicio político por acusaciones que no sólo son infundadas, sino que prácticamente en todos los casos han sido refutadas activamente, incluso por testigos y documentos en sus propias investigaciones”, sostuvo.
La Casa Blanca reprochó que no ahondar en la verdad de esas acusaciones es “lamentablemente inadecuado cuando se trata de algo tan históricamente grave como un juicio político”.
La apertura de la investigación es solo el principio del proceso. Llegado el momento, la Cámara Baja debe votar si presenta cargos contra el actual mandatario, pero la potestad de efectuar ese juicio político recae posteriormente en el Senado. Los demócratas tienen el control de esa segunda cámara, por lo que la posibilidad de que salga adelante es remota.
A la acusación de que Biden participó en los negocios internacionales de su familia con “adversarios” de Estados Unidos, en referencia implícita a China, entre otros países, la Casa Blanca apunta en su documento que socios de Hunter Biden han declarado que el presidente no se implicó.
La Administración demócrata subraya igualmente que un informe independiente determinó que, a pesar de todas sus investigaciones, los republicanos de la Cámara Baja no han encontrado pruebas de irregularidades por parte de Biden ni conexión con los negocios de su hijo o un impacto en la formulación de sus políticas.